The Devil of the Yellow Eyes (Large Bluefish). El diablo de ojos amarillos. Así se conoce a este majestuoso y feroz pez que puebla los mares de medio mundo. En España se le llama anjova (Pomatomus saltatrix) y, dependiendo de la zona, también se le conoce como golfar, tallahams, chova, pejerrey o sierra. Puede llegar a pesar 12 y hasta 14 kilos, aunque lo habitual son ejemplares que crezcan por debajo de los 10 kilos de peso.  

¿Cuándo hacerse con los mejores ejemplares de anjova?

José Ignacio Morales Martín (Martin Fisher) es un pescador deportivo madrileño que lleva más de 10 años viviendo y pescándolos en Alicante y cuenta a Jara y Sedal que «es un depredador feroz e insaciable. En Alicante los tenemos todo el año, aunque las mejores fechas para pescarlos son durante los meses de diciembre a febrero e incluso en verano, cuando los grandes ejemplares se acercan a la costa pastoreando los bancos de lisas embistiéndolos y partiéndolos literalmente en dos».

Unos dientes «afilados como cuchillas»

José Ignacio los conoce bien, nos recuerda que tienen una cabeza y una mandíbula «potentísima, en forma de tenaza» con dientes «afilados como cuchillas». Cuando entran «son como voraces diablos rápidos y letales como velociraptores, que atacan a la velocidad del rayo acosando y acorralando a los grandes bancos de peces pasto, incluso nadando y cazando en las playas cerca de los bañistas».

El joven pescador nos cuenta que un ejemplar adulto es capaz de partir una lisa de dos kilogramos en dos de un bocado, por lo que «hay que tener muchísimo cuidado al manipularlos, siempre con las manos alejadas de la boca porque si te agarra te pueden cortar un dedo incluso la mano», expone este pescador.

José Ignacio Morales con un diablo de ojos amarillos.
José Ignacio Morales con otro diablo de ojos amarillos.

¿Cómo sacar un diablo de ojos amarillos del agua?

Al sacarlos del agua, estos peces tienen un movimiento de la cabeza y la boca muy característicos tipo alien, tirando bocados al aire sin parar de forma instintiva, de ahí, en parte el apodo que se ha gandado como diablo de ojos amarillos. «Para mí, en cuanto a la relación tamaño-peso, la anjova es uno de los peces más deportivos que puedes buscar y pescar desde costa. Tienen un gran registro de maniobras escapistas, apareciendo y desapareciendo en segundos con saltos, giros y carreras continuas que ponen a prueba nuestros equipos de pesca y nuestra paciencia». Aunque son muy voraces y agresivas, «son difíciles de engañar con señuelo artificial, sobre todo las más grandes y expertas en escaparse de nuestros señuelos cuando las has enganchado».

¿Cuál es el mejor cebo para pescar la anjova?

Normalmente el diablo de ojos amarillos se pesca con pez vivo o con sardina, alacha o cualquier pez muerto como jureles, o sargos. Se pueden conseguir de día o por la noche, a la entrada de grandes puertos pesqueros, en espigones y escolleras, desembocaduras de ríos, incluso en playas, tal y como recuerda el experto pescador. «A mí me gusta pescarlas a spinning con señuelos artificiales, con equipos de hard rock, cañas muy ligeras pero fuertes y un buen carrete tipo 2500 o 3000, un buen bajo de fluorocarbono de 0,45mm y un buen surtido de señuelos. En mi caso me los fabrico yo mismo para pescarlas y fundamentalmente las saco en superficie con Paseantes y Poppers aunque también se pueden sacar con grandes minnows, jigs, bucktails etc… », destaca el pescador.

«Es cierto que el tamaño importa pero también es cierto que he sacado anjovas de buen tamaño con señuelos de Rockfishing aunque no es lo recomendable, ya que si tragan te cortan el hilo inmediatamente», expone este pescador.

¿Cable de acero en el bajo de línea sí o no?

Morales explica que, personalmente, no pone terminal de acero, ya que al pescar a spinning, «el señuelo va muy rápido y normalmente no lo engullen entero y se enganchan del morro, incluso de cualquier parte del cuerpo ya que embisten literalmente los señuelos volando el pez y el señuelo por los aires. Es alucinante y espectacular ver cómo atacan y lo poderosos y atléticos que son», destaca.

Ahora estamos «en un muy buenas fechas para buscar las anjovas y seguro que quien pesque a un diablo de ojos amarillos con un equipo de spinning ligero no le defrauda. «Afortunadamente ya somos muchos los que practicamos el captura y suelta desde hace años, asegurándonos que el pez se encuentra en perfectas condiciones antes de ser liberado. Gastronómicamente no es un pez muy codiciado pero cocineros expertos me han comentado que marinado y escabechado está buenísimo», concluye Morales.

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