La ruta migratoria de la tórtola europea (Streptopelia turtur) era, hasta hace pocos años, una gran desconocida. Se sabía que nacían en el continente europeo y se desplazaban al africano durante los meses de invierno, aunque se tardó bastantes años en monitorizar la trayectoria exacta que seguían.
Antes de la llegada de los geolocalizadores, el único modo de saber dónde estaban las aves era el anillamiento. Esto suponía un problema, puesto que las anillas de las aves que morían o eran atrapadas en África rara vez eran recuperadas por los científicos europeos. Y aún siendo recuperadas, eran testigos mudos que no permitían saber dónde había estado su portadora ni cuánto había tardado en recorrer el camino.
Los primeros en descubrir cuál era su periplo exacto fueron los cazadores franceses, que a través de la Oficina Nacional de la Caza y la Vida Silvestre de Francia pudieron realizar un estudio que vio la luz en 2013. Gracias a él monitorizaron a cinco tórtolas, entre las que destacó el largo viaje de 2.000 kilómetros recorrido por Marcel, una de las primeras tórtolas radiomarcada con una baliza satelital. Los cazadores sabían lo importante que era la identificación de rutas migratorias y áreas de parada, así como sus áreas de invernada, para comprender las estrategias migratorias de las aves entre el Paleártico y África.
¿Dónde pasa el invierno la tórtola cómún (Streptopelia turtur)?
Esta información es crucial para la implementación de estrategias de conservación relevantes para las aves migrantes transsaharianas. Por eso, los investigadores galos instalaron cinco dispositivos de geolocalización miniaturizados en cinco tórtolas capturadas durante la temporada de reproducción en el oeste de Francia.
Los resultados confirmaron que las tórtolas hibernan en África Occidental. La principal zona de invernada cubre el oeste de Malí, el delta interior del Níger y la zona fronteriza entre Malí y Mauritania. En algunas aves, esta zona se extiende hasta el norte de Guinea, el noroeste de Burkina Faso y Costa de Marfil.
Otra de las conclusiones del estudio es que no todas las aves pasan el invierno en un solo sitio: algunas se mueven durante el invierno de varios cientos de kilómetros hacia el este. Los cazadores demostraron con su estudio una migración en bucle, con una ruta de migración postnupcial ubicada más al oeste que la ruta de migración prenupcial.
Cruzar el desierto del Sáhara les obliga a parar para recuperarse
Durante su regreso a Europa, las tórtolas deben hacer paradas de varias semanas después de haber cruzado el Sáhara para reconstituir sus reservas energéticas; estas escalas migratorias se ubican a priori en el norte de Marruecos y Argelia. Este último hallazgo fue crucial para trazar las estrategias de conservación, porque las condiciones ambientales en estas áreas de preparación podrían desempeñar un papel fundamental en la dinámica de la población de esta especie en declive.
Así fue el viaje de la tórtola Marcel
Marcel fue anillada en mayo de 2013 al oeste de Francia junto a otras cuatro compañeras. Esta tórtola pasó el invierno en un área bastante pequeña, de unos pocos kilómetros de ancho, a 50 km al sur de Bamako (Mali), junto a las orillas del río Níger. Allí permaneció desde el 3 de diciembre de 2013 hasta el 21 de abril de 2014.
El 23 de abril, Marcel abandonó repentinamente esta zona y recorrió, en menos de 48 horas, más de 1000 km, siguiendo un eje norte completo en medio del Sáhara. Tras pasar al menos 24 horas en el desierto, llegó a Marruecos el 25 de abril. Luego realizó una escala migratoria hasta el 4 de mayo en el norte del Atlas, en la región de Béni Mellal, en un sector de cultivos de regadío.
El 6 de mayo ya había reemprendido el viaje y estaba ubicada en Andalucía, cerca de Osuna (Sevilla). Allí solo permaneció dos días. El 8 de mayo a las 8:00 p.m. (GMT) continuaba con su rumbo a Francia, al lugar donde nació. Sólo tardó tres días en cruzar España: el 11 de mayo a la 1:51 am, estaba en Francia, cerca de Angoulème. Llegó a su destino final, el bosque de Chizé (Deux-Sèvres) la misma noche alrededor de las 5:00 am. Los últimos datos registrados durante el estudio indican que Marcel regresó al mismo sitio donde había sido capturada un año antes.
No todas las tórtolas tuvieron la misma suerte
El estudio no solo sirvió para dibujar el extraordinario viaje migratorio de esta ave que solo pesa entre 85 y 170 gramos, también demostró que ese camino está lleno de peligros. Jean Marie era otra de las cinco tórtolas que fueron equipadas con emisor para este estudio. Desde el 2 de octubre de 2013 el geolocalizador se detuvo en la frontera entre el Sáhara Occidental y Mauritania, cerca de la localidad de Choum. La prolongada parada de esta ave en medio del Sáhara, en un ambiente árido y probablemente pobre en agua y comida sugirió a los investigadores un desenlace desastroso. La baliza continuó emitiendo hasta que su señal se extinguió, por lo que los investigadores concluyeron que había perecido durante su migración post-nupcial.
Otro de los datos más sorprendentes fueron la distancia recorrido y el tiempo empleado. En el caso de Marcel recorrió 2.000 kilómetros en solo 18 días. Si lo comparamos con los datos de sus compañeras, vemos que las distancias de viaje fueron de los 1.560 a los 2.350 kilómetros, con una velocidad de vuelo entre 240 y 812 km/día.
SEO/BirdLife imita a los cazadores franceses, pero sus datos no son accesibles
Después de esta pionera investigación, SEO/BirdLife, el grupo ecologista subvencionado con dinero público que ha promovido la prohibición de su caza en España, trató de imitar a los cazadores franceses. Para ello usó el proyecto Migra para radiomarcar tres tórtolas que pasaron el verano en España en 2015, coincidiendo con el nombramiento de la (Streptopelia turtur) como ‘Ave del año’ de la organización ecologista.
La operación estuvo financiada por el entonces Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente y crearon una página web para seguir su trayectoria. Curiosamente, esa web (http://www.migraciondeaves.org/) no es accesible en el momento de redactar estas líneas.
Según la página web del MITECO, el programa MIGRA se desarrolla «con la colaboración de la Fundación IBERDROLA», y la información recopilada «es puesta a disposición de los usuarios y estudiosos interesados en la migración de aves a través de su consulta en los mapas de la web del Programa Migra». Pero la web a la que remite el propio Ministerio de Transición Ecológica no incluye ni un solo dato accesible de este proyecto.