El porvenir de la caza, al igual que el de diversas actividades y profesiones presentes en la sociedad —especialmente aquellas relacionadas con el ámbito rural, sobre las que hemos reflexionado en múltiples ocasiones—, estará determinado por las decisiones que tomen las generaciones más jóvenes en los próximos años. En Francia, han demostrado ser conscientes de esta realidad a través de una interesante iniciativa.

En este marco, la semana pasada los cazadores de la Sociedad de Caza de Limoux, situada en el departamento francés de Aude, recibieron la visita de un grupo de jóvenes pertenecientes a los Scouts et Guides de France, la principal organización de escultismo en el país, reconocida por la Organización Mundial del Movimiento Scout.

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Todos los presentes tuvieron la oportunidad de vivir una jornada de descubrimiento y convivencia relacionada con la actividad cinegética. Los niños participantes en ella tenían una edad comprendida entre los 8 y los 11 años y tuvieron sus primeros contactos con la naturaleza de la mano de verdaderos conocedores de la misma y de su biodiversidad, como son los cazadores.

De tal modo, los jóvenes, en primer lugar, tuvieron que fabricar un comedero para ayudar a la pequeña fauna local a alimentarse en cualquier época del año. Tras esto, formaron parte de un paseo de ‘naturaleza y conciencia’, pudiendo sumergirse en el corazón de los espacios naturales, conociendo la flora y la fauna que la conforman.

Para concluir el encuentro, la jornada llegó a su fin con una sesión de debate en la que los presentes mostraron su interés por compartir con los cazadores sus conocimientos acerca de la biodiversidad.


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El éxito de esta iniciativa, tanto para la parte organizadora como para los niños que acudieron a ella, fue tanto que acordaron repetirla en el mes de junio para conocerse todavía mejor y compartir más experiencias, así como para rehabilitar abrevaderos.

Esta cita surgió por parte de los cazadores de Limoux y de su presidente, Philippe Satgé, apoyados por la Federación Departamental de Cazadores del Aude, para asegurarse de que la caza y su futuro, que depende de los más pequeños, se queden en buenas manos y en personas que conocen la actividad.

Asimismo, con esta jornada colaboraron a favor de una transmisión intergeneracional de las actuales preocupaciones medioambientales y de los muchos conocimientos sobre la biodiversidad.

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