Llegado el mes de febrero multitud de asociaciones animalistas vuelven a compartir, como ya es habitual, la gran mentira de los 50.000 galgos abandonados por cazadores al terminar la temporada de caza. Si bien los últimos datos del Seprona y de la Fundación Affinity desmienten rotundamente estas cifras, entidades del mundo cinegético como la Federación de Caza de la Comunidad Valenciana (FCCV) se han propuesto demostrarlo.
A través de un vídeo compartido hoy en su canal oficial de YouTube, desde la FCCV muestran a diferentes cazadores y cómo verdaderamente cuidan estos a sus canes. «Frente a las mentiras sobre el abandono y maltrato de perros de caza, estos testimonios responden por sí solos. Son sólo algunos ejemplos de lo que sienten y pueden llegar a sufrir los cazadores por sus perros», argumentan desde la Federación de caza sobre una filmación que no tiene desperdicio.
Los perros de estos cazadores son «uno más de la familia»
Durante los tres minutos de duración del vídeo aparecen cuatro cazadores que explican con detalle lo que sienten por sus perros. El primero explica cómo se los robaron y el quebradero de cabeza que le supuso recuperarlos. El segundo caso muestra a un braco alemán que, a pesar de contar con solo tres patas debido a un percance, «es un miembro más de la familia», tal y como argumenta su dueño.
Los dos últimos casos muestran el extraordinario «vínculo» de una cazadora con su perro y cómo el dueño de Rober, un precioso epagneul bretón ciego, llegó a dejar la caza por un tiempo tras tener que salir sin él al campo: «Cuando perdió el primer ojo al año y medio, hubo un tiempo que el perro tuvo que quedarse en casa porque la tensión que le generaba a la vista la caza era malo para él. Me faltaba algo. No iba a cazar», cuenta sobre un animal que considera «uno de más de la casa» y que ahora tiene 11 años.
Todas y cada uno de ellas demuestran la verdad de la relación de los cazadores con sus perros.