Las temidas carabelas portuguesas han llegado a España y, en concreto, ya están también en Cádiz. Un miembro del equipo de Jara y Sedal que se encontraba en la zona ha podido fotografiar una de ellas esta misma mañana. Concretamente en Playa Ballena, entre Rota y Chipiona.

La carabela portuguesa (Physalia physalis) es una especie colonial similar a una medusa que también se conoce como ‘fragata portuguesa’ o como ‘agua mala’. Cuenta con una bolsa flotante llena de gas, llamada neumatóforo, que puede verse en la superficie del agua.

Por debajo de ella cuelgan unos largos tentáculos que están llenos de células urticantes, denominadas nematocistos, que las carabelas portuguesas utilizan para capturar a sus presas y para defenderse.

Una carabela portuguesa en Playa Ballena. © Jara y Sedal

La picadura de la carabela portuguesa puede ser mortal

Dicha especie puede llegar a alcanzar un tamaño de entre 15 y 30 centímetros y se desplazan gracias a la acción del viento y a las corrientes marinas consiguiendo, incluso, moverse a una velocidad de hasta 20 metros por segundo

Son una especie muy temida. Sus picaduras nos pueden resultar muy dolorosas y, en algunos casos, podrían provocar reacciones severas en humanos, entre las que se podemos mencionar dificultades respiratorias o dolores intensos. Asimismo, en casos extremos pueden causar la muerte.


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En este sentido, es importante que sepamos que la picadura de una carabela portuguesa podría ser mortal para un niño o para un adulto con la salud comprometida por algún otro factor. En cambio, en una persona con peso y salud normal, esta no debería ser extremadamente dañina y sus efectos suelen desaparecer en unas horas.

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También es de relevancia conocer las recomendaciones a seguir si una persona es picada por carabela portuguesa, las cuales son las siguientes: evitar frotar la zona afectada; lavar la zona con agua salada y nunca con agua dulce puesto que puede activar más nematocistos; aplicar vinagre o una mezcla de agua y bicarbonato de sodio para neutralizar las toxinas; y, por último, buscar atención médica si los síntomas son graves.

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