La organización por los derechos de los animales PETA ha pedido al mayor fabricante de atracciones de Kansas, en Estados Unidos, que cese en su producción y venta de carruseles o tiovivos con figuras de animales.

Lo hizo publicando una carta abierta a Chance Rides, la empresa en cuestión, el pasado 6 de febrero. En ella les instaba a dejar de fabricar diseños de animales alegando que «celebra involuntariamente» la explotación de los mismos.

Asimismo, Ingrid Newkirk, presidenta de PETA, propuso a Aaron Landrum, director ejecutivo de Chance Rides, que podría crear figuras de excavadoras automóviles y naves espaciales, involucrando la imaginación de los jóvenes a través del «talento humano».

Las reacciones contra el grupo animalista PETA

Lejos de conseguir el efecto que buscaban, PETA ha recibido el desacuerdo del país. De este modo, han expresado que consideran que hay mayores problemas a los que los animales se enfrentan en todo el mundo.

La red social X ha sido el escenario principal de muchas de las críticas que les han hecho llegar respecto a esta última medida. Una gran cantidad de usuarios se han mostrado realmente desconcertados sobre el motivo por el que PETA está «apuntando a la diversión de los niños».


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En este mismo sentido, uno de ellos argumentó que «PETA está apuntando a las fantasías de los niños, equiparando de alguna manera esto con el abuso animal en la vida real».

De igual manera, otros usuarios se preguntaron qué sería lo siguiente: «¿Prohibir los peluches para los niños pequeños?». Así, un usuario, usando un cierto tono de broma, aseguró que «como dicen, PETA se ha descarrilado. Su misión principal no es rediseñar carruseles».

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