En la celebración de su 101 cumpleaños, la suerte vino a acompañar a Bertha Vickers, que logró cazar dos hembras de ciervo de un solo tiro.

9/9/2019 | Redacción JyS

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Vickers, con las dos ciervas abatidos. / Clarion Ledger

La célebre cazadora veterana Bertha Vickers –que vive en Morgantown, Virginia (Estados Unidos)- ha vuelto a hacer historia al abatir dos ciervas de un solo disparo en la celebración de su 101 cumpleaños. La edad nunca ha sido un impedimento para que ella disfrute de su pasión cinegética como Jara y Sedal ha publicado en anteriores ocasiones y ahora, habiendo superado por un año el siglo, ha vuelto a dejarlo claro logrando cazar dos ciervas de un solo disparo.

Cuando el día de su cumpleaños Vickers estaba en el puesto que le habían preparado sus hijos para tal efeméride, vio venir una cierva, pero fue paciente porque lo que quería hacer se le quedaría grabado para siempre a todos los presentes… y la dejó pastar tranquilamente.

«Decidí esperar a una más grande», dijo Vickers en una entrevista con The Clarion Ledger. «En poco tiempo, salió una cierva más grande que se paró muy cerca de la otra y disparé. Luego vi a las dos en el suelo», exclamó la anciana tras el lance con su rifle calibre .243 Winchester. Acababa de cazar dos ciervas de un solo disparo, algo impensable para una cazadora de su edad que, sin embargo, ha demostrado una vez más estar en unas condiciones físicas increíbles.

Su nieto limpió posteriormente la canal de los animales y fueron ellos los que se quedaron  con la mayor parte de la carne. Además, la veterana cazadora añadió que quiere ir más veces de caza en los próximos meses: «Cuando eres tan anciana, naturalmente crees que podría ser la última vez… pero yo quiero repetir muy pronto», afirmó.

La historia de Vickers, una cazadora humilde

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Vickers ha sido una gran aficionada a la caza de pavos salvajes.

Vickers nació el 9 de enero de 1918. Creció en una comunidad agrícola del condado de Oktibbeha a unos 8 kilómetros de donde vive ahora. Se casó en 1935 y tuvo que trabajar muy duro en un aserradero, como agricultora o criando y vendiendo pollos. En aquella árdua época la caza y la pesca ayudaban a poner comida sobre la mesa. Cuando acababan con el trabajo diario cazaban. Te contamos su historia completa en este enlace.

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