En Azaila, un pequeño pueblo de Teruel, Victoria, una joven agricultora conocida en las redes sociales como @madre.agricultora, ha lanzado un mensaje de agradecimiento que resuena en el corazón de la comunidad cazadora. Después de un año de lucha contra una plaga de conejos que amenazaba con arrasar sus cultivos de cereal, Victoria ha encontrado en los cazadores aliados inesperados y desinteresados.

La situación en Azaila era crítica. Declarada zona de emergencia cinegética, la plaga de conejos no solo devastaba los campos de cereal de la joven trabajadora, sino que también ponía en peligro el sustento de muchos agricultores locales. Ante esta adversidad, Victoria tomó una decisión audaz: recurrir a la plataformas de TikTok e Instagram para invitar a los cazadores a sus tierras, ofreciendo la caza gratuita de conejos con hurón, bajo la condición de contar con una autorización especial.

La respuesta de los cazadores ha conseguido frenar los daños

Victoria revisa el estado de una de sus siembras. © Instagram

La respuesta fue abrumadora. Cazadores de diversas regiones acudieron al llamamiento, acompañados de sus hurones y una voluntad férrea para ayudar a la joven. Las tierras de Victoria, que una vez fueron el testimonio silencioso del daño causado por los orejudos, comenzaron a mostrar signos de recuperación. A través de su perfil de Instagram, Victoria ha compartido en las últimas horas dos historias agradeciendo la colaboración y el espíritu comunitario de los cazadores.

«Quiero dar las gracias a todos los que me habéis ayudado. Estoy muy agradecida con todos los cazadores que han venido», ha expresado en una de sus publicaciones. Su gratitud es palpable, y su mensaje, un reflejo de la solidaridad que ha experimentado. «Aunque sigue habiendo conejos, sí es verdad que se ha reducido mucho el daño», ha continuado reconociendo el impacto positivo de la caza con hurón en sus tierras.

Victoria ha agradecido con dos historias en Instagram la labor de los cazadores. © Instagram

El coto de caza, que abarca unas 7.000 hectáreas, se convirtió en un terreno de esperanza para Victoria y sus compañeros agricultores. Con un simple mensaje a través de sus redes sociales, los cazadores interesados pueden recibir el permiso correspondiente y las ubicaciones exactas de las parcelas de Victoria afectadas por daños a través de WhatsApp.

En un mundo donde las redes sociales a menudo son criticadas por su superficialidad, Victoria ha demostrado cómo estas plataformas pueden ser utilizadas para movilizar a las personas hacia acciones de colaboración muy positivas.

Mientras Victoria continúa su labor en el campo, su mensaje de agradecimiento sigue resonando entre los aficionados a la actividad cinegética. Estos, por su parte, no solo han contribuido a disminuir los daños que sufre, sino que han logrado aunarse con la comunidad agrícola en una gestión eficaz del acotado de Azaila.