En el día a día del campo, donde la fauna salvaje y las actividades agrícolas conviven en un frágil equilibrio, la astucia y la capacidad de adaptación de los agricultores marcan la diferencia. Uno de ellos ha encontrado una ingeniosa manera de mantener a raya a los jabalíes, animales que causan estragos en los cultivos, especialmente durante los meses más calurosos del año.

El vídeo que muestra el invento ha corrido como la pólvora por las redes sociales. No es de extrañar: los jabalíes se han convertido en una auténtica pesadilla para los agricultores, arrasando cosechas enteras durante sus incursiones nocturnas. En este contexto, cualquier solución efectiva es recibida con los brazos abiertos, más aún si no requiere una gran inversión económica ni medios técnicos sofisticados.

El protagonista de esta historia ha optado por una estrategia tan sencilla como efectiva. Ha colocado un altavoz en el borde de su cultivo, programado para emitir sonidos reales de una cacería: ladridos de perros, disparos y voces humanas. Todo ello alimentado por un pequeño panel solar que garantiza su funcionamiento continuo sin necesidad de mantenimiento.

Sonidos de caza para mantenerlos lejos

Este sistema acústico aprovecha el instinto de supervivencia de los jabalíes. Al escuchar los ladridos y las detonaciones, los animales interpretan la zona como peligrosa y optan por alejarse. Aunque no es un método infalible, muchos agricultores aseguran que este tipo de estímulos auditivos funcionan mejor que los tradicionales espantapájaros o las vallas eléctricas.

El vídeo, compartido en Instagram, muestra con claridad el montaje: el altavoz, sujeto a una estaca, emite los sonidos de forma intermitente mientras el panel solar instalado sobre él capta la luz del sol y proporciona la energía necesaria. Una fórmula que combina tecnología asequible, respeto por el medio ambiente y un profundo conocimiento del comportamiento de la fauna silvestre.

Imágenes virales

El vídeo ha generado más de 100.000 reacciones en forma de ‘me gusta’. Una muestra de que la creatividad rural sigue captando la atención del público, especialmente cuando se enfrenta a uno de los grandes problemas del campo: los daños causados por la fauna salvaje.

La publicación ha recibido multitud de comentarios de otros agricultores y usuarios que valoran la inventiva del creador. Algunos incluso aseguran que pondrán en práctica la misma idea en sus fincas. La combinación de sencillez, bajo coste y efectividad parece haber tocado una fibra sensible en un país donde el conflicto entre agricultura y fauna está más vivo que nunca.

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