El Servicio Territorial de Medio Ambiente de la Junta en León ha incrementado estas semanas la vigilancia en los ríos de la provincia desde que se inició la temporada de pesca el pasado 27 de marzo para evitar el furtivismo. Y lo están haciendo de una forma muy peculiar: con agentes medioambientales caracterizados como pescadores, lo que ha supuesto un aumento de la eficacia en el control de la actividad piscícola, señalan desde la institución en un comunicado que recoge Ical.

En la nota, se apunta que la aplicación de la Ley de Pesca de Castilla y León ha supuesto un incremento de las poblaciones trucheras en los ríos de la provincia, lo que ha hecho crecer tanto el número de ejemplares como su tamaño.

De hecho, la presencia de truchas que en algunos casos superan el medio metro de longitud -añaden- se ha convertido en reclamo tanto de pescadores como de furtivos. Algunos de estos últimos ya han sido sorprendidos empleando señuelos prohibidos o capturando más truchas de las autorizadas, prácticas por las que se han incoado los correspondientes expedientes sancionadores.

El objetivo: evitar imágenes como la del indignante vídeo de hace unos días

143 truchas galicia

Dos personas fueron identificadas a inicios del mes de abril tras difundir en redes sociales un vídeo en el que mostraban 143 truchas capturadas sin respetar el tamaño permitido. En concreto, se trataba de dos vecinos de Sigüeiro, del concello coruñés de Oroso, que reconocieron ser responsables de capturar estos ejemplares en ríos de la provincia de A Coruña, la mayoría sin el tamaño mínimo exigido. Los dos individuos fueron propuestos para sanción ante la Consellería de Medio Ambiente. Así ocurrió todo.

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