El joven Martí Boix Tomas estuvo toda la jornada detrás de un extraño corzo. Tras andar kilómetros en su busca durante mañana y tarde, fue al anochecer cuando dio con él… y lo abatió con escopeta.
27/4/2019 | Redacción JyS
El joven catalán Martí Boix Tomas abatió, el pasado domingo 7 de abril en el prepirineo de la provincia de Lérida, un peculiar corzo con una extraña cuerna. Jara y Sedal se ha puesto en contacto con el joven, que ha narrado cómo fue la historia y cómo logró abatir al cérvido.
Estuvo toda la jornada tratando de dar con el extraño corzo. Tras andar kilómetros en su busca durante mañana y tarde, fue al anochecer cuando dio con él. «Lo conseguí grabar con fototrampeo y después de estar toda la mañana y la tarde buscándolo sin suerte, conseguí abatirlo a unos 60 metros de distancia tras una larga espera», explica Martí a este medio.
Otro de los puntos peculiares del abatimiento de este corzo es que fue con escopeta: «Yo uso una Benelli SL121», explica, a la que puso un cañón rayado y visor Nikko 1-4×24: «Va de maravilla», añade.
Sobre el momento en el que Martí disfrutó el lance, confiesa que, «sin quitarle el mérito a los cazadores que abaten a larga distancia, no hay nada como poder acercarte poco a poco a la presa y hacerte con ella a pocos metros de distancia», defiende el joven.
Después de una dura jornada tras él, cuando dio con el corzo y lo vio en un lateral del monte parado en medio de unas encinas hizo la entrada poco a poco y le disparó a 60 metros con una bala Hornady SST 12/70.
Consiguió abatir al corzo de un disparo certero. «Disfruté como nunca», finaliza el joven que además dice que cazar con escopeta a rececho no tiene por qué ser arriesgo, solo hay que acercarse más, casi como si llevases una arco en la mano.
Grandes corzos de abril en Jara y Sedal
Este medio ha venido publicando grandes corzos abatidos durante el primer mes de la temporada de caza de este cérvido, de entre los cuales destacan dos de 11 y 8 puntas abatidos por Gonzalo García-Germán en Castilla y León. Diego García también se hizo con un corzo que portaba una extraña punta en el centro de su cuerna. El rececho tuvo lugar en las cercanías de la localidad soriana de Almazán, después de tres días detrás de él.
Por su parte, el cazador José Pérez abatió a rececho un curioso corzo con nueve puntas en una finca en Aragón. Tuvo que emplear todo un día detrás de sus pasos desde las 8 de la mañana que lo avistó por primera vez.
El inicio de la temporada corcera para Rafael Fernández también ha sido intenso: ha abatido un corzo de siete puntas y otro con una luchadera hacia dentro en dos jornadas diferentes a principios de este mes de abril.