La Dirección General de Derechos de los Animales dio a conocer el pasado 6 de octubre su anteproyecto de Ley de Protección y Derechos de los Animales y, en él, se recogían numerosos puntos nocivos para el sector cinegético y, en concreto, para el uso de perros de caza. Entre los aspectos más graves para los canes de los cazadores, se encontraba la esterilización de los animales con el objetivo de imposibilitar la cría. Y, hasta el momento, no se hacían distinciones: «Todos los perros y todos los propietarios tiene que cumplir con toda la normativa, ya sea un perro utilizado para la actividad cinegética o ya sea un perro para que esté tumbado en tu sofá», señalaba hace unas semanas el Director General de Derechos Animales, Sergio García Torres.

Con este aspecto se pretendía acabar con el derecho de los dueños de los perros de caza a tener sus propias líneas y a realizar los cruces habituales en la actividad cinegética. Pero, ahora, y después de un distanciamiento del PSOE de la posición de Unidas Podemos, el ministro de Agricultura, Luis Planas, ha confirmado este lunes que el Gobierno plantea excluir a los perros de caza de la ley de protección animal.

Dos puntos del anteproyecto de ley que Planas se compromete a «perfilar» en el seno del Gobierno

«La vida social y la vida política es llegar a acuerdos», comenzaba señalando el ministro durante su intervención en Nueva Economía Fórum.  En relación al citado anteproyecto de la Ley de Bienestar Animal, Planas ha aclarado dos aspectos: «El primero es que en lo que se refiere a bienestar animal estamos haciendo muchas cosas. En el Ministerio de Agricultura tenemos competencia sobre los animales de producción ganadera y en relación con los animales de experimentación, y en línea con lo que discute la UE, ha habido avances muy importantes», ha destacado Planas.

«En el tema de la problemática del anteproyecto de la Ley de Bienestar Animal, creo que es necesario que tengamos una ley y la vamos a tener. Hay que verificar ben cuál es la competencia entre Administración General del Estado y comunidades autónomas y yo tengo dos puntos en los cuales he planteado alguna inquietud pero que se resolverá en los ámbitos de discusión dentro del Gobierno», ha expuesto.

La participación de perros de caza «tiene que ser objeto de una consideración singular»

«El primero es qué consideración tienen los perros que son utilizados como elementos fundamentales de una explotación agraria o ganadera, por ejemplo los mastines en la defensa del ganado. ¿Es un animal de compañía? Creo que es un elemento de la explotación que el ganadero trata como un miembro más de su familia porque le va la explotación en que ejecute su labor el perro», ha puntualizado.

El segundo punto de preocupación que ha expresado es relativo a la actividad cinegética y a las rehalas, «que también les pasa lo mismo que he mencionado, pero en condiciones distintas, ya que forman parte de una actividad económica productiva, como es la actividad cinegética, que también es un deporte con el tercer número de federados tras el fútbol y el baloncesto en España, y una práctica común en nuestras zonas rurales que está perfectamente controlada y ordenada».

La participación de perros de caza «tiene que ser objeto de una consideración singular. Y no hay más. Debo decir que soy un gran amante de los perros y de los animales, pero las cosas hay que discutirlas, perfilarlas y verlas antes de su aprobación», ha defendido Planas.