Otra irrisoria manifestación del partido animalista PACMA, a la que apenas han acudido 40 personas, ha tenido lugar en Valencia. En el mismo lugar se manifestaron en mayo 40.000 cazadores.
28/1/2019 | Redacción JyS
De nuevo apenas unas decenas de personas pidieron este fin de semana el fin de la caza en Valencia. La cifra contrasta con la de los 40.000 cazadores que se congregaron en el mismo lugar en mayo de 2018. Concretamente, a la protesta en la Plaza de la Virgen de los contrarios a la actividad cinegética tan solo acudieron unas 40 personas que sostenían tres pancartas.
Se trata de otra irrisoria manifestación del partido animalista PACMA –que mantenía sus siglas en el centro de la protesta-. Y ya van dos en menos de un mes, puesto que la manifestación celebrada tan sólo hace unos días en Vigo apenas logró reunir también a medio centenar de asistentes, como así destacaron medios locales y regionales -esta escasa afluencia contrastó con las 15.000 personas que se manifestaron a favor de la caza en Santiago-.
Como ya publicamos durante todo el 2018, las distintas movilizaciones en contra de la caza repartidas hasta en 31 puntos de la geografía española -y algunas europeas según ciertos medios de comunicación- fueron un auténtico fracaso: los resultados que preveían manifestaciones con gran afluencia de personas se diluyeron.
Este apoyo popular a la caza no ha pasado desapercibido para los políticos en los últimos meses, como hace días recordó Jara y Sedal. PP, PSOE, Podemos, Ciudadanos y Compromís se unieron hace unas semanas favor de la caza en las Cortes de Valencia. En ellas se debatió una propuesta de modificación de la Ley de Caza presentada por el Grupo Popular de las Cortes Valencianas, que se ofreció a la Federación valenciana para hacer valer sus reivindicaciones, y se consiguió que estos grupos votaran a favor de ésta, logrando así unanimidad en la propuesta.
El éxito de la caza en Valencia V.S. el reciente fracaso de PACMA
Los constantes ataques animalistas que ponían en peligro lo que los manifestantes definían como «una forma de vida» hicieron que la movilización de Valencia surtiera su efecto frente al reciente fracaso de PACMA. En el mes de mayo pasado, cazadores valencianos se echaron a la calle para denunciar el «ninguneo» y la «discriminación» que sufría el mundo rural y reclamar un cambio de mentalidad y una nueva política que valore esta forma de vida. La marea naranja a la que se unieron más de 40.000 personas recorrió las calles de la ciudad bajo el lema «Por un mundo rural vivo y nuestra cultura».
Una marcha de cazadores ejemplar
La marcha fue convocada por la Federación de Caza de la Comunitat Valenciana y apoyada por más de quince entidades, asociaciones y organizaciones que representan a agricultores, ganaderos, cazadores, cooperativas o silvicultores, entre otros. Entre las pancartas que portaban los manifestantes se podían leer frases como «Sin campo no hay ciudad», «El mejor ecologista es un buen cazador» o «Por una ganadería viva. Menos burocracia».
Al finalizar la manifestación se procedió a la lectura del manifiesto en el que los promotores denunciaron que estaban «hartos» de que se les «margine, desprecie y discrimine» y de que su cultura, tradiciones y festejos fuesen «criminalizados».
