Como ya hemos indicado en anteriores ocasiones, el sector cinegético en España ha sido pionero en la implementación de medidas que han permitido la mejora del hábitat de la tórtola (Streptopelia turtur), principal motivo de su reducción poblacional en nuestro país. Gracias a esto, se ha logrado estabilizar las poblaciones y recuperar moderadamente la especie desde el año 2013. 

La decisión del Gobierno de establecer una moratoria a su caza repercutirá negativamente sobre la misma, como así ha expresado uno de los mayores expertos de España en tórtolas: Gregorio Rocha, el cual es científico, investigador y doctor en Veterinaria por la Universidad de Extremadura, Ingeniero Forestal y del medio natural.

Después de toda una vida dedicada al estudio de la especie, Rocha sostiene que el declive poblacional de la tórtola no tiene nada que ver con la caza; al contrario: «Las últimas décadas han vivido un declive poblacional por factores que están ya más que estudiados y demostrados. Es un declive que ha afectado a muchas especies de aves y de mamíferos, además de artrópodos, que tienen que ver con los cambios en los usos agrícolas», explica.

Sin la caza, la tórtola se quedará sin sus principales aliados: los cazadores

Dejar de cazar la tórtola no hará que se multiplique la población que actualmente se estima entre 1,4 y 2,3 millones de parejas de tórtolas, lo que supone el 40% de los ejemplares reproductores de toda Europa. «De lo que existen evidencias es que si dejas de cazar la especie no se produce un aumento de sus poblaciones. De eso sí que hay una evidencia científica a distintos niveles. Desde hace 30 años, por ejemplo, no se caza la especie en Reino Unido, y el declive ha seguido su curso. En algunos lugares del norte español se prohibió su caza y el declive también ha continuado», manifiesta Roche.

El experto está seguro de que la prohibición de cazar la especie que ya afecta a toda España será perjudicial para la especie: «Ya lo estoy viviendo en el campo», sostiene. Rocha ha realizado estudios que demuestran que el aporte de alimento, agua y otras medidas para ayudar a las tórtolas que los cazadores realizaban hasta ahora hacía crecer su éxito reproductor: «En vez de sacar adelante un pollo, sacan dos; en vez de una pollada, hace dos completas. Pero si tiene poco alimento o un hábitat muy degradado, como ocurre en Inglaterra, la especie va a menos», explica. Y eso es lo que le espera ahora en España, donde ya nadie invertirá en alimentar y cuidar a esas tórtolas.

Millones de euros que no se invertirán en conservación

El sector cinegético en España invierte 300 millones de euros al año en labores dirigidas a la conservación del medio ambiente, según el informe «Evaluación del Impacto Económico y Social de la Caza en España», elaborado por la consultora Deloitte para la Fundación Artemisan.

En concreto, este informe ha revelado un dato hasta hace poco desconocido: que los cazadores gastan cada año más de 233 millones de euros en mejoras de hábitat y la conservación de los espacios forestales y vegetales, principal causa de declive de la biodiversidad.

El verano, que es la época en la que la tórtola europea nos visita, esa inversión de dinero y trabajo aumenta puesto que los cazadores trabajan para compensar la escasez de alimento y agua para multitud de especies cinegéticas y no cinegéticas. En concreto, los cazadores invierten más de 15 millones de euros en la instalación de puntos de agua y 41,4 millones de euros en siembras.

Se entorpece el Plan Integral de Recuperación de la Tórtola Europea

En el año 2019 la Fundación Artemisan, la Junta de Extremadura y la Federación Extremeña de Caza, en colaboración con la Universidad de Extremadura, pusieron en marcha el Plan Integral de Recuperación de la Tórtola Europea (PIRTE). En dos unidades de gestión separadas en Cáceres y Badajoz, comenzaron a realizar un seguimiento de poblaciones de tórtola en cotos en los que se gestiona la especie a través de suplementación alimentaria y caza sostenible, con objeto de promover buenas prácticas de gestión a pequeña escala que pudieran ser promovidas en otros cotos, mejorando así la salud poblacional de la especie. Además, en uno de los cotos se empezaron a anillar tórtolas con fines científicos y a nivel global se realizó una importante labor de comunicación y divulgación de resultados. No cazar la especie pondrá en peligro estas iniciativas puestas en marcha –sobre el terreno y con financiación privada aportada por cazadores–, que se realizan en España.

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