José Mª Mancheño es presidente de la Federación Andaluza de Caza y uno de los hombres que mejor ha defendido la modalidad del silvestrismo que los grupos ecologistas parecen estar a punto de conseguir prohibir. Hablamos con él para entender cuál es la situación actual y que nos desvele quiénes son los responsables de este ataque que puede acabar con una actividad que practican 30.000 españoles.
14/6/2018 | Redacción JyS

José María Mancheño, presidente de la FAC y uno de los grandes defensores del silvestrismo. /Jara y Sedal

Pregunta. Usted ha sido uno de los principales defensores del silvestrismo a nivel institucional. De hecho, su federación sacó a la luz el escándalo de El Silvestrazo. ¿Puede recordarnos por qué fue tan comentado aquel estudio?
Respuesta. Fundamentalmente porque revelaba las deficiencias técnicas y científicas de un estudio realizado por SEO/Birdlife que servía de base y fundamento a las directrices técnicas dispuestas por el entonces MAGRAMA para coordinar la regulación del silvestrismo a nivel nacional. En el tema del silvestrismo, SEO/Birdlife ha prostituido la ciencia y el silvestrazo es un claro y lamentable ejemplo.
A pesar del escándalo y de las dudas surgidas, el Ministerio no movió ficha y tampoco se dio por aludido, a pesar de haber financiado aquél estudio con 60.000 euros de dinero público que pagamos todos los españoles. También los silvestristas.
P. Si no me equivoco, ese no ha sido el único ejercicio de argumentación carente de rigor del que se acusa a los técnicos del Ministerio…
R. En efecto, en relación al silvestrismo los técnicos ministeriales han brillado más por su sectarismo ideológico que por su rigor técnico. Han querido acabar con una actividad y para ello han manejado la ciencia como les ha parecido más conveniente, descartando cualquier experiencia o informe científico que no apuntara a la prohibición del silvestrismo. Basta leer el Dictamen del Comité Científico del Comité de Flora y Fauna silvestres del MAPAMA, un dictamen basado en experiencias recogidas de páginas webs, de la canaricultura… en suma, un ejercicio deficiente de ciencia aplicada a un determinado fin.
P. ¿Cree que hay argumentos científicos sólidos para prohibir esta actividad?
R. Por supuesto que no. En poder del Ministerio obran los estudios llevados a cabo por el Instituto Catalán de Ornitología que concluyen que, a día de hoy, la cría en cautividad no es viable y, por tanto, no es una solución satisfactoria para el silvestrismo. A pesar de ello, el Ministerio y sus técnicos siempre rechazaron estas conclusiones por cuanto no justificaban ni apoyaban su interés y objetivo básico: la prohibición del silvestrismo.
P. Sin paños calientes ¿cree que el silvestrismo va a desaparecer?
R. Si nuestra clase política sigue comportándose de la manera tan cobarde como lo ha hecho hasta ahora, desaparecerá sin ningún tipo de dudas. El anterior Gobierno no frenó a los técnicos del ministerio y les permitió hacer lo que les vino en gana, la actual situación que vive el silvestrismo tiene su origen en ello.
P. Si llega a prohibirse ¿Quién es el responsable de esta situación? ¿Europa o el Gobierno de España?
R. Habrá sido el Gobierno de España al no haber desarrollado una firme estrategia o plan para defender la modalidad ante Europa. Paradójicamente ha hecho todo lo contrario, contando también con el beneplácito y apoyo de varias CCAA que han defendido la viabilidad de la cría en cautividad.
P. ¿Puede dar nombres y apellidos?
R. Creo que los responsables de la Dirección General del Medio Natural deberían contestar a sus preguntas y explicar a los más de 30.000 silvestristas españoles qué trabajos han hecho en este departamento para defender el silvestrismo ante la Comisión de Medio Ambiente europea.
P. ¿Por qué en otros países se siguen practicando modalidades similares?
R. Quizás porque tienen gobernantes comprometidos con su pueblo, que defienden sus tradiciones, sus costumbres. Gobernantes valientes que no ceden ante los ecologistas.
P. Desde la Plataforma en Defensa del Silvestrismo se ha llegado a asegurar que el PP traicionó a los aficionados a esta modalidad plegándose a los intereses ecologistas. ¿Guardan esperanzas de que el PSOE rectifique esta actitud?
R. No creo que hayamos hecho esa afirmación, no seríamos justos haciéndolo así porque el PP nos ha apoyado muchísimo en varias autonomías en este asunto. Lo que sí consideramos evidente es que nuestro Gobierno, hasta hace una semana del PP, no ha hecho lo suficiente para defender el silvestrismo; más bien diría que nos ha hecho mucho daño permitiendo que los técnicos ministeriales condenaran a la modalidad. Guardamos esperanzas de que el Gobierno socialista cambie la actitud ministerial, precisamente el silvestrismo español está formado por gente muy humilde y modesta.
P. ¿Por qué existe este empeño en acabar con una práctica que no representa ninguna amenaza para las poblaciones de aves cantoras?
R. Exclusivamente por ideología. En España ha surgido una nueva ‘inquisición’ formada por los animalistas y por algunas organizaciones ecologistas que tienen como objetivo claro acabar con todo lo que ellos consideran herejía: la caza, la pesca, el silvestrismo, los toros, la ganadería… Todo aquel que no comparta su credo, su religión, sufrirá el acoso de estos nuevos inquisidores que se hallan instalados en todo tipo de instituciones llevando a cabo auténticas persecuciones públicas, jaleadas por la sinrazón de sus seguidores.
Si al final el silvestrismo desaparece, habrá sido el triunfo de una determinada ideología sobre la ciencia.