El rechazo social a las políticas animalistas del Gobierno cada vez es más palpable. Si el pasado día 20 más de medio millón de personas acudieron a las calles de Madrid para protestar contra ellas, esta vez ha sido el director general de Derechos de los Animales, Sergio García Torres, el que ha sufrido la presión de los ciudadanos ante la ley prohibicionista que está intentando imponer.
Los hechos tuvieron lugar ayer, cuando el alto cargo de Unidas Podemos acudió a dar una charla bajo el nombre de ‘Nueva Ley de Protección Animal’ a El Casar (Guadalajara). La Guardia Civil hizo acto de presencia en el lugar, aunque eso no impidió que los ciudadanos acudieran al lugar para abuchear a García Torres.
Según ha explicado a la redacción de este medio Alberto Núñez, Presidente de la Federación Madrileña de Galgos, que estuvo presente en el acto, en éste había unas cuarenta personas, de las cuales la mitad pertenecían al sector cinegético. Éstas alzaron la voz en contra de las medidas que está dirigiendo García Torres como la reforma del Código Penal y el Anteproyecto de la Ley de Protección, Derechos y Bienestar de los Animales, que podrían acabar con la caza.
El acto concluyó antes de lo previsto
La presión social fue tal que el acto terminó antes de tiempo por los cortes a los integrantes de la mesa, formada por el propio Sergio García Torres junto a Irene Herrero, Directora del centro de adopción ANAA, Cristóbal López, Policía Local de la localidad madrileña de Villaviciosa de Odón y portavoz del grupo “Unidos en apoyo a las razas PPP” y “Profesionales Vs. Ley PPP”, Bego Rojas, vicepresidenta de la Asociación de Defensa Animal de El Casar -ADAEC- y Carlos Rodríguez, médico veterinario y fundador de la Fundación Mascoteros.
Las personas que increparon al Director General de Derechos Animales le recordaron que son varios los años que llevan elaborando una normativa que ataca frontalmente a la caza sin tener en cuenta las reivindicaciones del sector, al que nunca ha escuchado. De hecho, el propio Gobierno laureó haber contado con «todos los sectores» para crear esta Ley animalista, algo rotundamente falso, pues ignoró a los principales actores del mundo rural y cinegético.