«¿Os habéis preguntado alguna vez todo lo que estamos perdiendo y estamos dejando perder de los pueblos? ». Así comienza la ganadera Kaelia Cotera, de los Picos de Europa, un demoledor vídeo reivindicando el mundo rural que ya alcanza miles de reproducciones a través de Facebook.

«Estamos perdiendo el sonido de los burros por la noche, las campanillas de las vacas, las lecheras cuando las metían en las fuentes para lavarlas, el chiflido de los pastores, la voz cuando llamaban al ganado para que viniera donde ellos, las risas de las mujeres cuando lavaban en el lavadero o las de los críos en los pueblos, las agujas de las mujeres al hacer calceta, el bailar de los dados en la taberna, el tocar a muerto en las campanas de la iglesia, el picar de la guadaña, la leña cuando llegaba el invierno, el pacer del ganado por los prados, los olores a chimenea, el olor a carne curada que había en todas las cocinas, el olor a hierba recién segada o cuando amasaban el pan…», enumera la ganadera.

«Por desgracia, la mayoría de estas cosas se han perdido ya, pero hay algunas cosas que mantenemos, una de ellas es la ganadería en extensivo. Y poco a poco muchas zonas tienen fecha de caducidad. Si desapareciera eso, no sólo perderíamos una cultura, sino alimentos sanos y de calidad, además de todos los derivados que tienen», pone en valor Cotera.

Un llamamiento para proteger al mundo rural

«La ganadería dejaría de fertilizar el suelo, disminuyendo la materia orgánica. Por ello, gran parte de las flores desaparecería y eso también conllevaría que esos insectos que atraen a pájaros también desaparezcan. Estaríamos extinguiendo flores, insectos, pájaros… y terminarían por extinguirse o disminuirse otras especies como los buitres o el lobo. Porque ahora mismo el único sustento que tienen o la mayoría de lobos es a base de la ganadería doméstica. Es su alimento principal», denuncia la ganadera.

Por último, lanza otro llamamiento: «Se está jugando con parte del sustento de mucha gente con las consecuencias que todo esto tendrá, ya que el ecoturismo tampoco vendrá, se perderá la riqueza paisajística que se tiene y esto afectará a otro tipo de sectores, algo que entre todos deberíamos replantearnos».

Por último, dice a la Administración que «se tiene que poner las pilas porque se está perdiendo una cultura y la esencia de las zonas donde hay rebaños de ovejas y cabras. Entonces se terminará una historia y una riqueza cultural tremenda que nadie está sabiendo aprovechar», concluye la grabación Cotera.