Por IREC
El uso de semillas blindadas en agricultura, si bien es una práctica que contribuye a reducir la liberación neta de productos fitosanitarios al medio natural, supone un riesgo muy específico para las aves granívoras, como la perdiz roja (Alectoris rufa). Durante los meses de otoño e invierno, la semilla de siembra puede llegar a constituir casi un 90% de la dieta de las perdices, y dado que la gran mayoría de la semilla de siembra está blindada con plaguicidas, las perdices pueden ingerir grandes cantidades de estos productos.
Los fungicidas triazoles son los plaguicidas más empleados para el blindaje de semillas. Estos fungicidas pueden afectar a la reproducción mediante un proceso de disrupción endocrina, al inhibir las etapas iniciales de la síntesis de esteroles y afectar a la regulación de las hormonas sexuales. De hecho, la ingestión de semillas tratadas con triazoles por parte de las aves ha revelado algunos efectos sobre la reproducción, especialmente cuando dicha ingesta sucede al final del periodo de siembra, en los días próximos al inicio de la época reproductora.
Sin embargo, el proceso específico mediante el cual la supuesta inhibición enzimática termina afectando a la reproducción no ha sido descrito en aves. Además, no está clara la medida en que una exposición en otoño, durante el pico de la época de siembra de cereal de invierno y por tanto cuando más semillas hay en el campo, puede afectar a un proceso reproductor que comenzará entre tres y cuatro meses después.
Gracias al Proyecto REGRESEEDS, un grupo de científicos del Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos (IREC – CSIC, UCLM, JCCM) ha analizado los efectos de la ingestión de semillas tratadas con cuatro productos fitosanitarios diferentes sobre la perdiz roja, usada como especie modelo de ave granívora, mediante la simulación experimental de una exposición de campo durante el periodo de mayor disponibilidad de semillas en noviembre. Los ingredientes activos de los cuatro productos fitosanitarios estudiados fueron triazoles, que son productos antifúngicos, tres de ellos con un único ingrediente activo (flutriafol, protioconazol o tebuconazol) y el cuarto (Raxil) con una mezcla de protioconazol y tebuconazol.
Con el fin de investigar la cascada de efectos a diferentes niveles de organización biológica, que podían llevar desde la inhibición de las enzimas involucradas en la síntesis de esteroles hasta la reducción del rendimiento reproductor, los científicos monitorizaron una serie de respuestas moleculares y fisiológicas, tales como la expresión de los genes que codifican para dichas enzimas o distintos parámetros de bioquímica sanguínea, con especial atención a los niveles de colesterol (la molécula precursora de los esteroles en estos animales) y a las principales hormonas sexuales (testosterona y estradiol).
Los resultados muestran que todos los tratamientos produjeron una sobreexpresión de varios de los genes que codifican para las enzimas involucradas en las etapas intermedias de la ruta de síntesis de esteroles. Algunos de estos genes mostraron una respuesta consistente a varios de los tratamientos, lo que podría mostrar su utilidad como indicadores de los efectos de los triazoles a nivel molecular.
El flutriafol fue el ingrediente activo que causó efectos más claros a nivel fisiológico y reproductivo. La exposición a este plaguicida provocó la reducción de los niveles de colesterol en plasma, por lo que la inducción de la producción de enzimas involucradas en su síntesis podría interpretarse como un mecanismo compensatorio. Por otro lado, a pesar de que la temporada reproductora comenzó entre 3 y 4 meses después del fin de la exposición de las perdices a las semillas blindadas, el flutriafol causó un retraso de 14 días en el inicio del periodo de puesta, lo que a largo plazo se reflejó en una tendencia a la reducción del tamaño de puesta.
La reproducción de las aves silvestres es uno de los objetivos específicos de protección incluidos en el protocolo de evaluación de riesgos de productos fitosanitarios en España y la Unión Europea. Sin embargo, dicho protocolo no considera necesario actualmente el análisis de los efectos sobre la reproducción de las aves si los fitosanitarios se aplican durante el otoño. Los resultados de este trabajo de investigación ponen de manifiesto la necesidad de evaluar los riesgos de los fungicidas triazoles sobre el proceso reproductor de las aves independientemente del periodo del año en que se produzca la exposición de los animales.
Además, cada vez son más claras las evidencias de que estos fungicidas, especialmente el flutriafol, podría estar actuando como disruptor endocrino al afectar a las hormonas esteroideas, lo que, de acuerdo a la legislación actual en materia de evaluación de riesgos de fitosanitarios, debería conducir a restricciones en su uso y comercialización. En cualquier caso, parecen existir alternativas más seguras al uso del flutriafol incluso dentro del grupo de los fungicidas triazoles, tales como el tebuconazol o el protioconazol.
Puedes consultar la publicación científica de este trabajo de investigación en:
- Fernández-Vizcaíno, E., Fernández de Mera, I. G., Mougeot, F., Mateo, R., Ortiz-Santaliestra, M. E. 2020. Multi-level analysis of exposure to triazole fungicides through treated seed ingestion in the red-legged partridge. Environmental Research 109928.