La Lista Roja de Especies Amenazadas elaborada por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) ha sido presentada en el contexto de la Cumbre del Clima de Madrid. En ella, el conejo ha sido considerado por primera vez como especie «en peligro», considerando que se está enfrentando a un riesgo de extinción muy alto en estado de vida silvestre. Su anterior estatus global (de 2008) era de «casi amenazada». Este estado es similar al del lince ibérico.
El dictamen de la UICN explica que «aunque los conejos europeos están muy extendidos», la especie experimenta un declive suficiente en sus áreas de distribución natural -es decir, España, Portugal o sur de Francia- como para agravar su calificación. La Unión añade que hay conejos en toda Europa, pero que su evaluación se refiere a estas zonas donde es autóctono.
Según la UICN «un nuevo episodio de enfermedad hemorrágica ha provocado la disminución de las poblaciones hasta el 70%», lo que puede traducirse más adelante en un revisión del estado de la especie en España. Hasta ahora, mientras la UICN calificaba esta variedad como «casi amenazada», en España era una especie «vulnerable» que ha sido objeto de diversos programas de recuperación con presupuestos millonarios en los que han participado organizaciones ecologistas que no han conseguido revertir su caída. De hecho, uno de esos programas subvencionados con fondos públicos es SOS Conejo de Monte, un proyecto capitaneado por la asociación ecologista WWF y cuyo objetivo es, a priori, conocer mejor la especie para realizar una correcta gestión de sus poblaciones.
¿Cómo incluirá en la caza la nueva catalogación del conejo?
Jara y Sedal se ha puesto en contacto con Carlos Sánchez García-Abad, Doctor en Veterinaria de Ciencia y Caza, quien advierte que «la nueva catalogación tiene su justificación científica, pero eso no se puede utilizar para decir que se deje de cazar en una zona. La realidad no es así».
«No nos sorprende porque desde hace tiempo, y así se justifica en la web de la UICN, se vienen registrando en muchos sitios extinciones. El ejemplo más claro es Extremadura», nos cuenta Sánchez por teléfono y puntualiza que, aunque no cuestionan el hecho de que se haya declarado en peligro «viendo la información científica que hay», advierte que «puede ser muy peligroso que en vez de adaptar la gestión y la caza a la situación de cada territorio, se tomen medidas a nivel estatal o regional».
El experto añade que «lo que se tiene que hacer es monitorizar mejor los conejos y plantear una caza adaptativa». En cuanto a este último punto, dice que no es lo mismo gestionar esta especie que otras como pueden ser las migratorias: «En otras especies de diferente biología puedes entender otras soluciones más generales, más amplias, pero esto es que es a nivel de coto o de comarca, hay que tener mucho cuidado y una decisión generalista puede ser contraproducente».