El cazador Enrique Cantero ha hecho llegar a Jara y Sedal una imagen un tanto curiosa: la de una codorniz muerta en mitad de la localidad de Cabra, en la provincia de Córdoba. La encontró el 26 de septiembre mientras paseaba a su perro y ha narrado a este medio sucedió el hecho.

«Fui a las once de la mañana a darle un paseo a mi perro de caza. Enfrente de donde yo vivo han hecho un edificio muy vanguardista con unas cristaleras nuevas y, por lo que me fijé, en la última planta se ve reflejado el cielo en la cristalera. Pienso que el animal iba en migración y se estrellaría contra los cristales», explica el cazador que lo vio caer a plomo contra la calle. «De hecho, por las mañanas te encuentras en ese lugar estrelladas otras aves que no son codornices», relata.

Nada más ver caer a la codorniz, el perro fue a por ella, pero Enrique se la quitó de la boca: «Intenté ver si podía echar el vuelo otra vez, pero fue imposible. Se había estrellado y el golpe había hecho mella, muriendo a los pocos minutos», explica Cantero.

Era una codorniz silvestre

En ese momento, Cantero se cercioró de que fuese un animal silvestre y no de granja: «Lo era, porque miré que no tuviese ningún ala despuntada. De hecho, me la llevé a mi casa y al día siguiente, le hice una pequeña autopsia. En el buche no tenía absolutamente nada de comida y en la molleja tenía unas piedrecitas y semillas negras. Solamente tenía algo de grasa en el caparazón, la demás la había perdido entera», señala sobre lo que vio cuando abrió la codorniz.

Ernesto Cantero, que es «cazador desde que tiene uso de razón» como así confiesa a Jara y Sedal, explica la dramática situación de la perdiz y la codorniz en esta zona sur de la campiña cordobesa: «La codorniz es algo anecdótico en esta zona debido al monocultivo del olivar y el olivar intensivo. Esto, a la caza, no le viene nada bien. De hecho, la perdiz autóctona, por mucho que intentamos recuperarla, es prácticamente imposible. Y codornices solamente pasan de migración, paran, y al día siguiente no queda ninguna», se lamenta.

Los cazadores se vuelcan con la conservación de la codorniz: más de 1.400 participan en el proyecto Coturnix

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Codorniz. © Shutterstock

Un total de 1.444 cazadores han participado en la primera fase de recogida de datos de Coturnix, coincidiendo con el periodo de media veda. Gracias a su colaboración, se han recogido 4.466sobres-ficha cumplimentados, con una información que será muy valiosa para aumentar el conocimiento y seguimiento de la codorniz.

Coturnix es un proyecto de ciencia ciudadana aplicada a la conservación de la codorniz común, puesto en marcha por Mutuasport, en colaboración con la Real Federación Española de Caza, la Fundación Artemisan, la Universidad de Lleida y las Federaciones Autonómicas de Caza, con el Dr. Jesús Nadal liderando la investigación científica. Más información aquí.

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