Hasta hace poco existían muy pocas protecciones, todas estaban hechas de forma artesanal y se basaban en collares anchos o chalecos de cuero que resultaban sumamente pesados para el animal. Ahora puedes encontrar chalecos que se amoldan a todos los tipos de perros desde los pequeños –como el teckel– hasta los más pesados para el agarre.
Estas protecciones vienen en tallas que se miden según el perímetro del pecho que tiene el perro, así pues se pueden encontrar desde los 35 a los 95 centímetros aproximadamente.
¿Qué zonas del cuerpo protegen?
Actualmente, los tipos de protecciones que se venden suelen ser petos completos que además pueden llevar un añadido para proteger una mayor superficie del cuello o de las axilas para que el perro no sufra ningún accidente desafortunado con un gran jabalí o lobo que haga peligrar la integridad de nuestro compañero.
¿Pierden movilidad los perros con estos chalecos?
Se trata de buscar un equilibrio entre un chaleco ligero, que no sea muy rígido para el perro, y un nivel alto de protección. Las protecciones más vendidas son las que llevan incorporadas tres capas de material, ya que ofrecen un nivel de blindaje muy bueno y además no limitan los movimientos del can en absoluto.
Aunque bien es cierto que para los perros más pesados y que más arriesgan también se pueden encontrar de hasta 5 o 6 capas, aunque estos limitan más las acciones. Aquí te dejamos un vídeo para que lo compruebes por ti mismo.
¿En qué materiales se fabrican?
En la mayoría de los casos se usa o Dyneema o Kevlar. El Dyneema es una fibra de polietileno de alto rendimiento que ofrece la máxima fuerza a la vez que un peso mínimo y una resistencia 15 veces superior a la del acero. Además es altamente resistente al agua y al sudor, lo que hace que este material posea una larga vida útil. Es un producto que además se utiliza para la fabricación de chalecos antibalas dada su condición como material de fibra más fuerte del mundo.
Por otra parte, el Kevlar es una fibra ligera de aramida con una extraordinaria fuerza y resistencia. Este material tiene excepcionales propiedades anti-corte, cinco veces superior a la del cuero, por lo que es muy útil en este tipo de chalecos. Además, al igual que el Dyneema, el Kevlar tiene una vida útil muy larga, es resistente al calor y es cinco veces más resistente que el acero.
¿Qué garantía le ofrece a tu perro?
Cuantas más capas, más protección. A partir de este factor, puedes encontrar marcas con un mayor historial de garantías en el mercado, y no son necesariamente las más caras. Siempre debes buscar la mejor relación entre la calidad de los materiales que incorpora, la rigidez del mismo y la superficie del cuerpo del animal que va a cubrir.
«Se han dado casos de ataques de jabalíes de grandes dimensiones en los que el perro ha sufrido algunos arañazos llevando el chaleco puesto. Si no lo hubiese llevado “el perro estaría partido en dos”, asegura Jordi Subirana, gerente de ARCEA, distribuidor de este tipo de chalecos.
También es un seguro de vida para los encontronazos que los perros de caza sufren con los lobos, que cada vez son más habituales en toda Europa, como pudimos constatar en esta entrada subida hace unos meses.
¿Cuánto cuestan y dónde los puedo comprar?
Como ya adelantábamos, el precio puede variar en función del fabricante, pero sobre todo a partir de la cantidad de capas protectoras que incluya el chaleco o peto en cuestión. Se pueden encontrar desde 85€ hasta los 320€ aproximadamente. En nuestro país puedes encontrar los comercializados por Browning pinchando aquí, o los de la marca Arcea, a través de este link.