El cazador catalán Iván Martínez Muñoz, de 37 años de edad y natural de Barcelona, abatió a inicios del mes de marzo un imponente macho montés en un coto de la provincia de Teruel que estaba extremadamente delgado y que contaba en su cuerpo una peculiar sorpresa.
El cazador, que ha narrado el lance a Jara y Sedal, explica que ya a primera hora de la mañana, cuando se dispusieron recechar, vieron que este animal se encontraba con un nutrido grupo donde pensaban que él era el dominante.
«Después de mirar mucho, nos dimos cuenta que parecía estar muy delgado. Al principio pensamos que podría ser fruto de las copiosas nevadas acaecidas en el terreno en el mes de enero, pero al mirar que todos los demás se encontraban totalmente recuperados y él no, nos pusimos en alerta para encontrar la razón», detalla el cazador a este medio.
Un certero disparo a 250 metros
Tras ello, se dispusieron a hacer la entrada al animal y a buscar la sorpresa que aguardaba: «Rápidamente nos colocamos a una distancia de unos 250 metros, ya que el terreno no nos permitía acercarnos más», relata Iván.
Aunque el animal estaba delgado, el trofeo era realmente imponente. Tras colocarse a la citada distancia, el cazador corrigió en la torreta de su visor los clics correspondientes y, con un certero disparo, consiguió tumbarlo a la primera.
La causa por la que el macho montés estaba tan delgado
Al ir a cobrar la pieza, lo primero que observaron fueron los 25,5 centímetros que el macho montés tenía en la base de sus cuernos y 76 y 78 de largo que poseía en ellos. Tras comprobar que tendría unos diez años de edad, investigaron en su cuerpo y encontraron una cornada en uno de sus jamones de una pelea con otro macho. La herida tenía una mancha de pus a su alrededor y en ello, según piensa el cazador, podría estar la causa de su extremada delgadez.
Estas son más imágenes del macho montés antes de abatirlo:
Un 2020 con suerte para Iván: cazó un corzo con una cuerna de 30 centímetros
Iván abatió el pasado 4 de agosto un corzo con unas larguísimas cuernas de 29 y 30 centímetros que quedará para su recuerdo. Lo hizo en un coto situado entre las localidades de Solsona y Perves (ambas en la provincia de Lleida). Así narró el apasionante lance a Jara y Sedal.