Padre e hijo protagonizaron una intensa y apasionante jornada de rececho en mitad de la nieve para terminar abatiendo este gran jabalí que, a pesar de caer por una ladera de 30 metros tras el primero de los disparos, trató de atacarles.

11/2/2020 | Redacción JyS

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Carlos Vilanova con el jabalí. / C.V.

El joven cazador catalán Carlos Vilanova cazó junto a su padre, Joan Vilanova, un gran jabalí el pasado 24 de enero en un coto situado en las cercanías de la localidad de Guixers, en la provincia de Lleida, en el que la nieve -tienen permitido cazar con ella hasta cierto espesor- había hecho acto de presencia.

Aquel día, «llegamos sobre las cinco menos cuarto al monte. Empezamos a prepararnos, a cargar el rifle, y nos dirigimos al cazadero», relata el joven. «Había caído alguna nevada e íbamos con la intriga de si saldrían o no jabalíes», narra Vilanova. «Empecé el rececho con mi padre, y fuimos avanzando en la montaña hasta llegar a las primeras nieves. En ese momento fuimos parando, mirando el rastro, y ya vimos que había huellas de un jabalí grande desde hacía días», añade.

«Continuamos caminando sin ver nada hasta que subimos a una ladera en la que tienen querencia los corzos. Al llegar al lugar, me tumbé a la nieve a esperar a mi padre, miré con los prismáticos a la ladera que había enfrente y vi que algo se movía. Le dije a mi padre que no hiciese mucho ruido, y cuando él midió la distancia me dijo que era un jabalí», relata aún emocionado el joven Carlos.

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Los colmillos del jabalí. / JyS

«Me tumbé, puse la mochila, me preparé para el lance a unos 110 metros, ya que el animal estaba pastando y no se percató de nuestra presencia. Justo en el momento antes de disparar, vi que se arrancó el jabalí. Disparé entonces por primera vez en la paleta, y cayó rodando treinta metros hacia abajo. Pensaba que ya estaba todo hecho, pero no…», sigue relatando el joven sobre el lance.

«Subí con mi padre, que se quedó un poco atrás, vi el jabalí encamado y cuando se dio cuenta de que llegábamos trató de levantarse y cargar contra nosotros. Así que tuve que disparar dos veces más», relata Vilanova. Según el joven, el trofeo del animal les dejó «impactados». Aunque aún no sabe la puntuación que dará reconoce que es una de las capturas de su vida y que aquel lance en la nieve no lo olvidará nunca.

Un joven de 18 años corre tras un jabalí de 140 kilos y sufre este percance al rematarlo

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El joven cazador, con el jabalí abatido. / JyS

El jovencísimo cazador navarro Manu Cabañas, de 18 años de edad, vivió hace unas semanas en el coto social de su localidad natal, Artajona (Navarra), un lance de infarto con un jabalí que rondaba los 140 kilos de peso. La mala suerte hizo que el animal quedase herido y, tras un último disparo para rematarlo, Manu le partió uno de los colmillos. Te lo contamos aquí.