Podría ser el título de una fábula de Esopo: La zorra y la víbora. Y seguramente se podría extraer una interesante moraleja de ella. Pero lejos de eso, se trata de un vídeo que se ha vuelto viral en las últimas horas y que ha sido grabado por un conductor en lugar que aún no hemos podido contrastar. En este caso, el joven que graba las imágenes detiene su coche al ver que un zorro (Vulpes vulpes) que se encontraba junto a él no huye de su presencia. El motivo, como se puede ver más tarde, es que tiene ante él la que podría ser su cena. O su última cena, más bien, si la serpiente le clava sus colmillos.

Aunque la imagen no ofrece mucha resolución, parece que se trata de una víbora hocicuda (Vipera latastei)) a la que el depredador amaga con atacar en diferentes momentos, esquivando los envites que, a su vez, esta le lanza. Llama también la atención cómo su único objetivo es conseguir cazar a la serpiente para comer, algo que hace que haga oídos sordos a la persona que se encuentra grabando.

Estas imágenes muestran, por tanto, que el zorro es capaz de desarrollar unas increíbles dotes de supervivencia gracias a las cuales su población se mantiene en niveles muy altos por oportunismos como el de este vídeo.

Así es la víbora hocicuda

Por lo que se puede dilucidar sobre las imágenes, la víbora que aparece en la grabación es una víbora hocicuda (Vipera latastei). Sus rasgos físicos coinciden con los de esta tipología de viperina, la más común en la Península Ibérica, abarcando todo el territorio a excepción del extremo norte y los Pirineos. Tiene una marcada protuberancia o cuerno que presenta en la punta del hocico. Puede llegar a medir hasta 60 centímetros.

El zorro, un depredador oportunista… que se come entre sí

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La pasada semana, científicos del Grupo de Investigación en Gestión de Recursos Cinegéticos y Fauna Silvestre del Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos (IREC – CSIC, UCLM, JCCM) publicaron las primeras observaciones directas de necrofagia caníbal en zorros rojos (Vulpes vulpes), dando lugar a nuevas teorías sobre el papel del canibalismo en la dinámica poblacional de los zorros y la transmisión de enfermedades intraespecíficas.

Las observaciones pudieron ser realizadas mediante la colocación de seis cadáveres de zorro y siete de cordero de tamaño similar para determinar las posibles diferencias en el comportamiento carroñero de los zorros entre cadáveres de conespecíficos y de especies presa.

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