Tras la implantación de pienso anticonceptivo para palomas en Barcelona, ahora la administración estudia implantar un plan para utilizar vacunas anticonceptivas para frenar el auge de la población de jabalíes. Los suidos suponen ya un problema, llegando a bajar hasta la misma capital.
24/2/2017 | Redacción JyS

accidente con fauna salvaje
Los jabalíes bajan a la ciudad y son la principal causa de accidentes con fauna salvaje. / Foto: Shutterstock

El plan cuyo objetivo es esterilizar a los animales para reducir su actividad reproductiva en las zonas urbanas y sus alrededores, será puesto en marcha a partir del próximo mes de abril, y será dirigido por el investigador del departamento de Sanidad y Anatomía de la Facultad de Veterinaria de la Universidad Autónoma de Barcelona, Manuel López Béjar, tal y como publica el diario El País.
Para López “la situación es crítica” y “un problema que va en aumento”. De hecho la población de suidos se ha incrementado en los últimos 20 años pasando de los 6.453 ejemplares cazados la temporada 1990-1991 a los 60.000 en 2016.
En algunos grandes municipios como Sant Cugat o Terrassa los vecinos se quejan de que los consistorios no hacen nada por considerar que “la situación está descontrolada” y aseguran que les han llegado a decir que “la Policía ya no puede actuar. Que lo mejor es dejarlos”.
Los expertos aseguran que este tipo de vacunas han dado buenos resultados en especies como el ciervo de cola blanca en Estados Unidos o en cabras salvajes del Reino Unido. El proyecto se implantará sobre 100 ejemplares que ya hayan demostrado su fertilidad con el objetivo de que las vacunas reduzcan la producción hormonal en el organismo de los jabalíes.
En contraposición a la idea de convivencia con los suidos que defiende el líder del proyecto se encuentra la de la Federación Catalana de Caza. El presidente de la Representación Territorial de Barcelona de la Federación Catalana de Caza, Joaquín Zarzoso destacó que la densidad de jabalíes la temporada anterior se redujo de los 12 a los 6,2 ejemplares por 100 hectáreas -el porcentaje más bajo en 10 años- mediante batidas.
Además, Zarzoso explica que los cazadores “ni pretendemos acabar con los jabalíes ni consideramos que se trate de una invasión” y que las causas de la situación actual se deberían atribuir a un “modelo de gestión desafortunado”. El presidente de la federación territorial considera que la situación más deseable es conseguir que el número de incidentes que provocan los animales se sitúe en “un nivel socialmente soportable”.