La escena es, por desgracia, bastante habitual para los habitantes del medio rural: varios forasteros llegan al pueblo con su coche dispuestos a pasar un extraordinario fin de semana en el campo, pero se olvidan de que en los pueblos también viven personas y también hay normas, aunque no haya carteles que lo recuerden constantemente. Es lo que sucedió hace unos días en una finca en Barnard Castle, condado de Durham (Inglaterra), dirigida por un agricultor y ganadero llamado Robert Hooper.
Según la prensa local, un grupo de jóvenes llegados desde la ciudad aparcaron en el camino de entrada de la propiedad, cortando el paso al resto de vehículos. Tras esto, los jóvenes se habrían enfrentado al granjero, provocando un monumental enfado. Como consecuencia, el granjero cogió una máquina telescópica de las empleadas para transportar y apilar la paja, se dirigió hacia el coche, y lo sacó de su propiedad hasta dejarlo ‘colocado’ en una pequeña carretera comarcal. Como consecuencia de la operación, el vehículo resultó destrozado.
Las imágenes, que no han tardado en volverse virales, nos recuerdan a otro hecho sucedido en España hace unos meses, cuando varios urbanitas también aparcaron sus vehículos en un camino, impidiendo el paso de un tractor cuyo conductor grabó la escena, como te contamos en esta noticia.