Los lobos atacan a los perros y los matan si pueden. Esta es una dura realidad de la que encontramos muchas referencias en la literatura clásica, en los relatos de los viejos pastores y que, por desgracia, cada vez conocen mejor los cazadores españoles. Hay obras como Los lobos de Morla, en la que Salvador Teruelo, un pastor nacido a principios del Siglo XX nos cuenta que estos ataques eran mucho más intensos durante la noche, puesto que cuando el sol se va «los lobos se convierten en los dueños y señores». La oscuridad los ampara y les hace mucho más seguros de su extraordinario poder intimidatorio.

El vídeo que hoy mostramos es el perfecto ejemplo de ello. Está protagonizado por tres lobos y un perro pastor de raza kangal al que intentan dar caza. Las imágenes, grabadas por una cámara de seguridad, hablan por sí solas. En ellas, un primer lobo aparece en escena y se enfrenta al kangal, el cual le ataca.

Esta reacción por parte del perro es fundamental para indicar a los otros dos lobos, que se encuentran a unos treinta metros de distancia, que no se va a arredrar y presentará batalla. Después de expulsar al primer atacante, el kangal corre hacia los otros dos lobos mientras mueve la cola erguida, señal de dominancia y de búsqueda de pelea.

Primer minuto de batalla y primera retirada de los lobos

Los lobos son animales tremendamente inteligentes, por eso saben que uno solo no será capaz de vencer al poderoso kangal, capaz de acabar con ellos si caen en sus fauces. Por este motivo deciden atacar en manada, pero éste permanece hierático ante sus reacciones y, aunque recule en algún momento, no es más que un signo de salir fortalecido porque sigue avanzando en el que es su territorio. Eso hace que los tres lobos se retiren en el primer minuto de la batalla.

A los pocos minutos, los lobos deciden atacar de nuevo y el forcejeo comienza a ser más rápido que el anterior: si la primera parte de la pugna se centró en una guerra ‘psicológica’, lo que ahora ocurre es una disputa para demostrar la capacidad de resistencia (y también de resiliencia) de los participantes. De resiliencia porque, quien más aguante las idas y venidas, no sólo saldrá ganador de este segundo capítulo de la batalla, sino que saldrá fortalecido para el tercer envite.

El dueño del perro entra en escena

Aunque aclaramos que este vídeo no fue grabado en España, la mano humana fue la que puso fin a la tercera batalla, ya que se escucha un disparo disuasorio que hace que el can regrese al territorio de su dueño y los lobos huyan despavoridos del lugar.

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El kangal, turco uno de las mejores razas para prevenir los ataques del lobo

El kangal turco es una de las razas caninas más antiguas y fuertes de todo el mundo. Sus orígenes están en Asiria, siendo utilizado en sus orígenes como armas de guerra por los ejércitos de esta civilización y también como perros cuidadores de ganado, labor fundamental en una zona donde abundan los lobos y los chacales. Su peso puede llegar a los 100 kilos y, aunque su mordedura no llega a ser tan fuerte como la de los Rottweiler, se le asemeja.