El barbo es un pez que puede ser tentado durante todo el año. El abanico de posibilidades que tiene para su pesca es muy variado; de hecho, tanto las técnicas como los cebos hacen que cada vez más te enganches a la pesca de este ciprínido, un pez único.

Este animal posee una gran potencia y fuerza en relación a su peso y todavía se incrementa más cuando se encuentra en zona de corriente. Su alimentación es variada y rica en micronutrientes cómo buen ciprínido que es, aunque existe entre ellos otro común denominador, al barbo le encanta estar rodeado de ova o alga. A continuación, te ofrecemos tres consejos para pescarlos en este último contexto.

1. Coloca tu cebo en las ‘calvas’

Ya sabemos que los barbos suelen estar buscando su alimento entre las algas, allí hay infinidad de alimento que se deposita entre éstas, pequeñas larvas, crustáceos, pequeños moluscos y un largo etcétera… por lo que siempre será una zona más que potencial para atraer su atención.

La cuestión en ocasiones no es sencilla, ya que muchas veces nos encontramos con demasiada densidad de alga y no es fácil localizar una zona limpia. El consejo es que busquéis aquellas zonas donde existan ciertas calvas o huecos libres de alga para poder introducir vuestra postura.

Algunas de las zonas. © J. C. G.

Si no hay posibilidad de encontrar estas zonas con ausencia de alga, lo que podéis hacer es lo siguiente: hay en el mercado plomos con salientes para poder limpiar esas zonas e incluso hay también un pequeño rastrillo que a lance de caña hace una función muy interesante para la pesca. Este último se coloca en la línea principal de la caña y se lanza a la zona elegida; una vez que caiga se empieza a recoger hacia nosotros arrastrando las algas de la zona que queremos limpiar. De esta forma conseguimos crear una zona limpia para poder colocar nuestro anzuelo de forma segura y correcta.

2. Usa lombriz de tierra

Lombriz. © J. C. G.

Si hemos elegido la zona exacta y sabemos que los barbos están por esa manta de ova o algas, ¡no lo dudéis! Una buena lombriz os asegurará una picada segura. La lombriz es un cebo natural que tiene un movimiento sinuoso que incitará a la picada del barbo.

Debemos tener presente que en esas zonas la abundancia de comida natural es elevada, por lo que una lombriz no pasará desapercibida por cualquier barbo que se encuentre por la zona. Podemos tentarlos tanto a veleta y al tiento como con plomada. La técnica más adecuada va a depender de la corriente que haya en ese tramo; si hay mucha corriente, el uso de una caña boloñesa se hace más que necesaria; si por el contrario la corriente es baja, la técnica más habitual es al feeder o al carpfishing.

Siempre y cuando se pueda os recomiendo cebar ese tramo de agua para poder atraer el mayor número de barbos. Recomiendo el uso de engodos, harinas y stick mix, a su vez acompañado de micro pellets y a ser posible con unos buenos puñados de asticots. Esto os va a asegurar que los barbos coman de forma mucho más confiada y se mantengan por la zona durante toda la jornada de pesca.

3. Lleva siempre contigo cebo flotante

Barbo con ova. © J. C. G.

Cuando las cosas se complican, una de las alternativas que mejor resultado os pueden dar es el uso del cebo flotante. A veces, por la abundancia de ova o alga es prácticamente imposible introducir cebo a la profundidad deseada , e incluso el apoyarlo bien resultará complicado.

Lo más utilizado para estas situaciones es el uso de un montaje helicóptero junto con un flotante montado con fluorocarbono y con un montaje en D-rig. Este tipo de combinación hace que nuestra postura caiga de forma más lenta y se deposite en el fondo de una manera más natural. A su vez el flotante quedará suspendido por encima de las algas sin que quede enganchado.

También existe la posibilidad de sacar el cebo flotante separado un metro fuera de las ovas o algas. Tened en cuenta que éstas suelen crecer en zonas más someras y con menor profundidad, donde más incide la entrada de la luz solar. Si somos capaces de localizar la zona gracias al sondeo, no dudéis que un punto caliente es la subida o caída del cauce.

Me explico: pongamos que tenemos una profundidad media de tres metros en todo el curso o tramo de río,. Según nos acercamos a ese alguero, la profundidad se va a ir reduciendo hasta llegar a poco menos de medio metro. La clave es apoyar nuestra postura en esa línea de distancia. Para este caso, en la subida sería lo ideal, que es cuando nuestro cebo flotante actuará de forma más segura.

Prueba estos consejos y verás como el éxito llega. Buena pesca.