Nuestros ancestros vivían sin tecnología, sin apenas comodidades, pero contaban con unas destrezas de supervivencia hoy ya casi olvidadas. Conocer en qué consisten te puede salvar la vida en una situación de emergencia, así que toma nota de ellas.
04/02/2016 | Redacción JyS
Utilizar pedernal y acero
Estos dos elementos te servirán para iniciar una hoguera. Cuando se golpea una pieza de acero de alto contenido en carbono contra un borde de pedernal afilado (como una piedra de sílex), se puede crear una chispa que prenda una hoguera. Golpea la piedra hacia abajo contra el acero manteniéndola a 45º del acero para hacer saltar chispas. Estas chispas provienen del carbono del acero, y son creadas por cualquier piedra afilada que sea más dura que el propio acero. Realiza este procedimiento sobre yesca seca que prenda rápidamente.
Curtir pieles
Antes de la invención del curtido químico, las pieles de los animales eran sometidas a todo tipo de extraños brebajes para quitarles la grasa y suavizarlas. Orina, ceniza, ácido extraído de la corteza de los árboles, e incluso sustancias tóxicas como el mercurio han sido empleadas durante siglos para curtir pieles y convertirlas en cuero útil. Todas ellas tienen sus usos, pero pocas sustancias naturales han tenido una trayectoria larga y exitosa para curtir pieles (o son tan extrañas para ello) como los cerebros animales.
¿Cómo funciona? El tejido cerebral está lleno de aceites muy finos que acondicionan y suavizan la piel del animal, siempre y cuando la piel se estire y se mueva durante el proceso de secado. Si dispones la piel de forma que se seque bien, no quedarán restos de cerebro que descompongan las sustancias adherentes que se han producido de forma natural en la piel. En cambio, el resultado será cuero crudo, que es excelente para que muerdan los perros pero no tanto para confeccionar ropa. Mantén en movimiento y con constantes estiramientos la piel y obtendrás algo parecido a una gamuza.
Fabricar tu propia cuerda
Nunca hay suficiente cuerda o cadena cuando salimos al campo. A menos que fabriques la tuya propia. Si tienes material de fibra y sabes cómo tejerlo para formar una cuerda resistente no tendrás nada que temer. Enrolla fibras hasta que consigas la consistencia y longitud deseada y después átalas con cuidado.
Conocer distintos nudos
Para poder elaborar refugios y algunos utensilios tendrás que aprender a hacer algunos nudos. De esta manera, juntando y atando palos podrás elaborar cercados para defenderte de depredadores, cabañas… e incluso alguna torreta para poder avistar mejor alguna posible ayuda.
Uno de los nudos más esenciales es el nudo ‘en cuadro’ que te permite unir dos palos perpendicularmente. Para empezar, ata un extremo de la cuerda a uno de los postes, cerca de donde se cruzan ambos. Luego, enrolla la cuerda alrededor de la unión de los dos palos, pásala por el palo de abajo y después por el superior. Repite en forma de espiral cinco o seis veces. A continuación, enrolla la cuerda entre los dos troncos, asegurándote de que no se queda flojo. Por último, utiliza un nudo cuadrado para atar el extremo libre de la cuerda al extremo libre del enganche donde empezaste a anudar.
Cocinar tu propia comida
Ante la falta de los restaurantes y las tiendas de precocinados, así como otras opciones que hay hoy día para comer, nuestros antecesores tuvieron que cocinar siempre sus comidas. Esta rutina era totalmente necesaria entonces para subsistir. Aunque las carnes asadas en la hoguera sí eran sabrosas, otras cosas como las legumbres o la avena no tenían el mismo buen sabor, pero no tenían otros recursos. Comían para vivir, no vivían para comer.
Fabricar armas
De media, la vida de nuestros antepasados era corta y dura. Que no te engañen con versiones románticas de la historia. Nuestros antecesores rara vez se sentían seguros. Siempre había un grupo cerca con el que se rivalizaba. Si el armamento escaseaba, lo tenían que fabricar. Algunas de las armas más fáciles de hacer con las herramientas más simples y con recursos limitados eran los arcos y las ballestas. Estas armas pueden construirse y repararse en el campo.
Construir una línea de trampas
Antiguamente estaba permitido poner trampas para poder capturar animales para comer, para controlar determinadas especies y para obtener de pieles con las que abrigarse o comerciar. Estas trampas podían ser adquiridas o fabricadas a mano.
Las trampas eran tratadas para que no portasen el olor humano. Una vez que las trampas estaban listas, es hora de crear una colocarlas en un recorrido. Normalmente se colocaban en los lugares de paso de los animales, lugares que frecuenten. Recuerda que en España no están permitidas las trampas no selectivas (sólo se pueden usar las autorizadas, que atrapan al animal sin hacerle daño para evitar hacer daño a aquellas especies que no son objeto de la captura.
Si en algún caso de supervivencia te ves obligado a utilizarlas acuérdate de dejar las trampas señaladas de forma que otras personas no caigan en ellas. Esas marcas además te puedan servir para encontrar ayuda.