El Ebro vuelve a sorprender. Cuatro pescadores navarros —Abel Monreal, Fernando Equiza, Santiago Ramírez y Óscar Gómara— lograron capturar un siluro descomunal de 2,81 metros y alrededor de 130 kilos en un tramo del río a la altura de Buñuel. El ejemplar, que se considera el más grande registrado en España, fue pescado hace un par de semanas tras una dura batalla que se prolongó durante más de 45 minutos.
«Era descomunal», recuerda Monreal, de 31 años, quien lleva pescando desde niño, en declaraciones que recoge Noticias de Navarra. «Llevo pescando muchísimos años, y es el pez de mi vida», añade. Su asombro no era para menos: al medirlo, su compañero Fernando «no daba crédito». El grupo, que acostumbra a recorrer el río en busca de grandes capturas, asegura que este pez podría situarse como el tercero más grande del mundo.
Un récord que pone a España en el mapa
Según explica Monreal, el siluro más largo registrado hasta ahora en el mundo se pescó la semana pasada en Polonia, con 2,92 metros, seguido de otro de 2,85 en el río Po, en Italia. «En España, catalogado hasta día de hoy, figuraba uno de 2,72 metros, pescado en el embalse de Mequinenza, en Zaragoza», detalla. El nuevo ejemplar del Ebro supera con holgura esa marca.
La jornada en la que se produjo la captura fue intensa. Abel había conseguido ya un pez de 2,53 metros, que hasta ese momento representaba su récord personal. «Hasta ese día, el mayor que habíamos sacado era de 2,46 metros», comenta al citado medio. Pero nada hacía presagiar que unas horas después se enfrentarían al que consideran el siluro más grande jamás pescado en aguas españolas.
Una lucha de 45 minutos en las aguas del Ebro
El combate fue largo y exigente. El grupo utilizó pellets como cebo y equipos potentes para resistir la fuerza del pez. «Fue una pelea dura, estuvimos mínimo 45 minutos. Y llevamos equipos potentes, vamos bien preparados», relató Abel aún emocionado.
El siluro, una especie introducida en los años 70 en la desembocadura del Segre, se ha extendido por buena parte del valle del Ebro. Su tamaño y voracidad lo han convertido en uno de los mayores depredadores de las aguas continentales de la península. Con esta captura, los amigos de Buñuel no solo han hecho historia, sino que han vuelto a poner al Ebro en el foco del mundo de la pesca deportiva.








