Un nuevo caso de desconocimiento de la legislación medioambiental ha salido a la luz gracias a un vídeo difundido en TikTok, en el que los agentes del Seprona paran a un motorista que circula por una pista en plena naturaleza. El protagonista se sorprende al descubrir que no puede transitar por ella sin una autorización específica, y acaba recibiendo una lección sobre la propiedad del campo y las normativas que lo protegen.
Una intervención grabada por las cámaras de televisión
El incidente ha sido captado por las cámaras del programa ‘Seprona en acción’, emitido por el canal DMAX, y se ha viralizado en redes sociales al dejar en evidencia una confusión muy extendida en la sociedad: la creencia de que cualquier camino en el monte es de acceso libre. En las imágenes se ve cómo dos agentes detienen a un motorista que circulaba por una pista forestal.
Aviso a los ciclistas, senderistas y motoristas: el campo no es de todos
Ante la situación, los agentes le explican claramente que «la circulación de vehículos a motor por el monte está prohibida, a excepción de servicios forestales, servicio a fincas, etcétera». A esto añaden que «si usted no tiene fincas, ni viene a cazar o a pescar, que es evidente que no es el caso, tendría que tener una autorización expresa para hacerlo».
El motorista asegura que tenía entendido que se podía circular por pista, pero los agentes le desmontan esa creencia.
El campo tiene dueño: comunidades de montes y permisos
En este contexto, los agentes insisten en que es necesario solicitar permiso para circular con vehículos a motor por determinadas zonas del monte, y lo remiten a la Comunidad de Montes para gestionar dicha autorización. Uno de los agentes concluye con una afirmación que resume la raíz del problema: «Todos los caminos son privados, tienen un dueño que se suelen agrupar en asociaciones de comuneros, que son las que realmente regulan el uso, el acceso y los servicios de la masa forestal».
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Aunque en España existen muchos caminos públicos, también hay otros muchos que están dentro de terrenos protegidos o de propiedad privada, y sobre los que se aplican normativas específicas que restringen su uso. En este caso concreto, los agentes se referían a la legislación gallega, donde este tipo de regulaciones son habituales.
Un recordatorio para senderistas, ciclistas y motoristas
Este tipo de actuaciones sirven para recordar que, aunque el campo es un entorno natural compartido, no es un territorio libre de normas. Senderistas, ciclistas y motoristas deben conocer las particularidades legales de cada zona, ya que incurrir en una infracción puede suponer no solo una multa, sino también un impacto negativo en el entorno y en los derechos de los propietarios.
El vídeo se ha convertido en un ejemplo claro de cómo la educación ambiental y la labor del Seprona son clave para preservar el medio natural y evitar malentendidos que pueden tener consecuencias legales.
