La organización ecologista asegura que la conservación de esta especie “precisa de un plan de acción que mejore su delicado estado poblacional”.
04/01/2016 | Redacción JyS
tórtolaSegún los datos que manejan las organizaciones ecologistas, el número de tórtolas comunes en Europa habría caído un 70% entre 1980 y 2014, y en España ese descenso poblacional sería del 30%. Por este motivo, y a pesar de que se desconocen las causas científicas y alcance real de ese descenso (los cálculos están basados en datos controlados por organizaciones contrarias a la caza), a lo largo de 2016 la organización SEO/BirdLife quiere proponer una hoja de ruta para su supuesta recuperación que incluye prohibir su caza.
A lo largo de 2015, y como parte de la campaña Ave del Año de SEO/BirdLife, esta asociación, que ya protagonizó el escándalo científico del silvestrazo hace unos meses (en el que dos profesores titulares de la Universidad de Málaga demostraron la carencia de valor científico de un informe de la organización ecologista sobre el silvestrismo que recomendaba prohibir esta modalidad cinegética), ha desarrollado diferentes acciones de seguimiento de esta especie, entre las que se incluyeron la petición al MAGRAMA la prohibición de su caza al considerarla una “especie vulnerable”.
La nueva Lista Roja Mundial de las Aves, publicada el pasado mes de noviembre por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), también ha cambiado el estatus de esta especie pasando a considerarla como “vulnerable”.
Ambas entidades consideran que su declive “se debe a numerosos factores aunque destaca la destrucción y alteración de sus hábitats debido a la intensificación y abandono del medio agrícola”. Y aseguran que “la presión cinegética sobre la especie –se llega a superar el millón de ejemplares cazados al año- también tiene un impacto significativo”.
Pero la prohibición de la caza de la tórtola no ha sido el único acto polémico generado por SEO/BirLife. Según la prensa especializada, la organización ecologista forzó la dimisión de su vicepresidente, Javier Hidalgo, hace unas semanas después de que éste reconociese en una entrevista que le gusta la caza. Sin duda alguna, un hecho muy significativo que evidencia el marcado carácter anticaza y la radicalización de esta organización, que en su origen fue creada por cazadores comprometidos con la conservación de las aves y que en la actualidad tiene declarada la guerra a los ciudadanos españoles aficionados a esta actividad natural.