La Real Federación Española de Caza (RFEC) ha informado a la Comisión Europea y ha propuesto a los miembros del Parlamento Europeo la inclusión en la revisión del Reglamento de Armas Europeo de una disposición que establezca la obligación de los Estados miembros de reducir las trabas administrativas relacionadas con la importación de armas, principalmente las destinadas a actividades como la caza o el tiro deportivo.

Según la RFEC, este enfoque ayudaría a simplificar y agilizar el proceso para los cazadores extranjeros, especialmente aquellos provenientes de Estados Unidos, al eliminar la necesidad de obtener autorizaciones previas de los consulados españoles. Además, esta flexibilización promovería un entorno más propicio para el comercio legal de armas de fuego destinadas al uso civil, al tiempo que se mantienen los controles de seguridad necesarios.

En el documento remitido a la Comisión y al Parlamento Europeo, la federación ha explicado la complejidad administrativa a la que se enfrentan los ciudadanos de EE. UU. que desean cazar en España, debido a la falta de un permiso de armas específico en su país de origen y a los rigurosos requisitos y trámites exigidos por las autoridades españolas, sin que la emisión de autorizaciones previas por parte de los consulados españoles en EE. UU. -como una solución provisional para cumplir con la normativa española- sea la solución adecuada.

España, un «paraíso cinegético» que genera 6.500 millones de euros

El presidente de la RFEC, Manuel Gallardo, ha trasladado a las instituciones europeas que «la seguridad queda además garantizada además por la intervención del organizador de la cacería, que en todo momento actúa como garante del cumplimiento de la legislación vigente, tanto en materia de armas como cinegética y medioambiental».

A este respecto, Gallardo ha resaltado que España «es un paraíso cinegético para cazadores de todas las partes del mundo por su variada y rica fauna cinegética» por lo que espera que Europa «no ponga trabas a una actividad que solo a nivel económico genera más de 6.500 millones de euros al año en España; siendo los recechos, monterías y ojeos a los que asisten estos cazadores extranjeros generadores de riqueza y empleo en el mundo rural».

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