La ley animalista no para de generar polémica. Ayer fue publicado en el Boletín Oficial de las Cortes Generales el Proyecto de Ley de protección de los derechos y el bienestar de los animales, que continúa su tramitación. Este muestra el texto final resultante tras la votación de las enmiendas en la Comisión de Derecho Sociales y Políticas Integrales de la Discapacidad que tuvo lugar el pasado 22 de diciembre. Tal y como se puede leer, el artículo 68 del actual proyecto obliga a llevar a los perros de caza en remolques climatizados, si bien fuentes relacionadas con su tramitación consultadas por Jara y Sedal afirman que se trata de un error, puesto que los perros utilizados en actividades cinegéticas fueron excluidos del ámbito de aplicación de la norma por otra enmienda.

Se trata de otra muestra más de la caótica y carente de rigor redacción de la norma impulsada por Unidas Podemos, pues el citado artículo entra en conflicto con lo expuesto en el 1.3.e), en el que se deja claro que la norma no atañe a los «perros de caza, rehalas y animales auxiliares de caza».

Climatización individualizada

Es en el punto C del artículo 67, titulado Condiciones generales de transporte, en el que se señala sobre el traslado de animales que el medio de transporte o contenedor, incluso si se trata de un vehículo particular, deberá disponer «de un sistema de climatización y ventilación a efectos de mantener a los animales dentro de su rango de confort, disponiendo los contenedores de manera que todos los ejemplares dispongan de las mismas condiciones climáticas y de ventilación».

Asimismo, añade que «los medios deben ser adecuados en función de la especie, tamaño y necesidades fisiológicas del animal, disponiendo de espacio suficiente para evitar el hacinamiento, garantizando la seguridad vial y la seguridad de los animales durante su transporte».

Por su parte, en el siguiente artículo -el 68-, la polémica normativa expone que «el transporte de aquellos animales de compañía destinados a actividades deportivas o lúdicas, incluidas las cinegéticas, que se efectúe mediante remolques, carros o jaulas, deberá ajustarse a lo dispuesto en el artículo anterior», lo que deja muy claro que la intención de los impulsores de la normativa sería la de obligar a los cazadores -y en especial a las rehalas- a modificar sus remolques para que cuenten con sistemas climatizados individuales.

No obstante, reiteramos que esta disposición entra en conflicto con lo expresado en el artículo 1.3.e) tras la enmienda del PSOE que salió adelante en diciembre, por lo que probablemente tenga que volver a modificarse a su paso por el senado.

Así han alzado la voz los rehaleros en los últimos meses contra esta ley

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Un rehalero y sus perros. © JDG

Uno de los colectivos que más han alzado la voz durante los últimos meses contra el proyecto de ley animalista ha sido precisamente el de los rehaleros. Lo ha hecho a través de la Asociación de Rehalas Regionales ARRECAL, que ya advirtió desde el primer momento que tanto la ley de Bienestar Animal como la modificación del Código Penal tienen entre sus objetivos «acabar con la caza», incluso una vez incluidas algunas modificaciones sobre el texto inicial.

También la Asociación Española de Rehalas ha solicitado la retirada del Anteproyecto de Ley de Bienestar Animal que pondrá en peligro la continuidad de su actividad.

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