Desde hace aproximadamente un mes, las seis señales R111 instaladas en la avenida de A Maía y en las demás entradas a Bertamiráns (Galicia) certifican que está prohibido acceder a la almendra central de la localidad amesana a bordo de un vehículo agrícola a motor. Esta medida, adoptada por el gobierno local, fue implementada meses después del atropello mortal de una mujer de 91 años el pasado marzo, cuando un tractor la arrolló mientras cruzaba por un paso de cebra.
Sin embargo, la decisión municipal ha generado un fuerte rechazo entre los ganaderos de Ames, Brión, Rois y Lousame. Según denuncian, la prohibición les impide acceder a sus fincas, lo que pone en riesgo su actividad agraria. Uno de los ganaderos afectados incluso ha manifestado que, si no se encuentra una solución viable, podría verse obligado a vender parte de su ganado.
La reacción de los ganaderos
Ante esta situación, los afectados han comenzado a movilizarse. Como primera medida, han recogido firmas y han enviado un escrito al Concello de Ames, dirigido al alcalde, Blas García, en el que exponen sus argumentos y solicitan una revisión de la normativa. Sin embargo, según indican los afectados, aún no han recibido una solución por parte de las autoridades locales.
Una de las posibles alternativas que han propuesto es permitir el paso de los tractores en franjas horarias determinadas, lo que facilitaría la actividad agrícola sin comprometer la seguridad vial. No obstante, hasta el momento no se ha establecido ningún tipo de negociación oficial.
En un intento por dar mayor visibilidad a su problemática, una joven ganadera ha grabado un vídeo explicando la situación y solicitando apoyo. El contenido se ha viralizado rápidamente en redes sociales, logrando una importante difusión y generando un debate sobre la conciliación entre la seguridad ciudadana y la necesidad de garantizar el acceso de los agricultores a sus terrenos.
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La situación sigue sin resolverse, y los ganaderos esperan que la presión social y mediática motive al Concello a considerar sus demandas. Mientras tanto, continúan buscando apoyos y soluciones para evitar que la prohibición afecte gravemente a sus explotaciones agrarias.
