El mundo rural ha vuelto a encontrar en el periodismo una poderosa herramienta para conectar con las nuevas generaciones. El reportaje radiofónico Un día sin campo es un día perdido, de la periodista Marta Fajardo, ha sido galardonado con el IV Premio de Periodismo Mundo Rural, que convoca cada año la Fundación Artemisan. La pieza, emitida en el programa A golpe de bit de Radio Exterior (RNE), ha sido reconocida por su capacidad para transmitir una imagen realista del campo desde la experiencia directa de los más jóvenes.

El jurado, presidido por el periodista José Ribagorda, ha valorado por unanimidad la propuesta de Fajardo, destacando su enfoque fresco y educativo. En ella, los niños de un colegio madrileño se convierten en protagonistas al dejar a un lado las pantallas y sumergirse en el universo natural de la mano de cetreros y expertos en fauna silvestre.

En palabras de Fundación Artemisan, este premio —dotado con 2.500 euros— reconoce trabajos que promueven los valores del mundo rural, con especial atención a la caza y sus aportaciones al medio. En este caso, se premia la capacidad del reportaje para mostrar la esencia del campo a través de los ojos de los niños.

Un directo desde el aula que transforma miradas

© Fundación Artemisan

Un día sin campo es un día perdido se grabó en directo en un centro educativo de la Comunidad de Madrid, con una propuesta singular: acercar el campo a la escuela. Durante la emisión, los estudiantes descubren en persona la cetrería, diferenciando la fauna silvestre de la doméstica y dialogando con profesionales del sector rural.

Además, el programa rinde homenaje a figuras clave como Félix Rodríguez de la Fuente, al tiempo que convierte a los escolares en reporteros por un día. Ellos mismos se encargan de entrevistar a los expertos, demostrando una mirada curiosa y espontánea que recuerda la importancia de mantener viva la conexión con la naturaleza.

Accésit para un pueblo casi olvidado

El jurado también ha querido premiar con un accésit, dotado con 500 euros, el reportaje Los últimos de Minas del Horcajo, la aldea olvidada, de Laura González-Mohíno, emitido en Castilla-La Mancha Media. Esta pieza pone el foco en un pueblo que, tras haber acogido a 4.500 personas en su época de esplendor minero, hoy sobrevive gracias al empeño de unos pocos vecinos.

Situado en el Valle de Alcudia, el reportaje destaca el papel fundamental que tienen la caza y el turismo rural para conservar viva la identidad de la aldea.

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La esperanza del relevo generacional en Jaén

Por último, el trabajo La renovación del sector primario en Jaén, de César García Samaniego, ha recibido una Mención de Honor. Emitido en la Cadena SER, el reportaje recoge los testimonios de jóvenes que han decidido continuar el legado familiar en el campo, con nuevas ideas y modelos de gestión.

Con el foco puesto en la provincia andaluza, la pieza refleja un fenómeno que empieza a repetirse en otras zonas rurales: el regreso de los jóvenes al campo, impulsado por vocación y por la necesidad de buscar formas sostenibles de vida.

Una gala para celebrar la visibilidad del mundo rural

La entrega de los galardones tendrá lugar durante el mes de junio en Madrid, en el marco de la gala anual de Fundación Artemisan. El jurado ha agradecido la participación de todos los periodistas y ha subrayado la calidad de los trabajos presentados, que demuestran el papel clave de los medios a la hora de dar visibilidad al mundo rural y a sus tradiciones.

Este premio, instaurado en 2021, tiene como objetivo destacar los mejores trabajos periodísticos que impulsen la sostenibilidad del campo y las actividades que lo hacen posible, con especial atención a la caza como motor económico y cultural.

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