En una tranquila viña de Santa Marta, Badajoz, un cazador ha fotografiado una escena que ha sorprendido a los expertos: seis lebratos acurrucados bajo una cepa. Esta imagen, enviada por seguidor de Jara y Sedal a nuestra redacción, muestra a las crías perfectamente mimetizadas con el entorno y destaca por la inusual cantidad de ejemplares reunidos en un solo encame.

La liebre ibérica (Lepus granatensis) es una especie endémica de la península ibérica, conocida por su agilidad y hábitos nocturnos. A diferencia de los conejos, las liebres no construyen madrigueras; en su lugar, las hembras preparan una «paridera» al aire libre, donde dan a luz a sus crías. Los lebratos nacen con los ojos abiertos y son capaces de moverse desde el primer momento, aunque permanecen quietos y camuflados para evitar a los depredadores.

Un fenómeno poco común

La aparición de seis lebratos juntos es un hecho verdaderamente excepcional. Según el estudio de Francisco J. Purroy sobre la biología de la liebre ibérica (Lepus granatensis), el tamaño medio de sus camadas oscila normalmente entre uno y cinco ejemplares, siendo lo más común que nazcan dos por parto. En determinadas regiones, como Granada, se han documentado promedios de hasta 2,08 crías por camada, con máximos puntuales de siete durante la primavera. Por tanto, encontrar seis lebratos encamados en un mismo punto supone una rareza digna de mención, que podría deberse a condiciones reproductivas excepcionales o incluso a la confluencia de crías de distintas madres.

La liebre ha encontrado en zonas de viña como las de Santa Marta un lugar perfecto para criar. © Shutterstock

Posibles explicaciones

Una hipótesis que podría explicar esta inusual agrupación es que los lebratos pertenezcan a dos camadas diferentes que, por circunstancias del entorno, han compartido el mismo encame. Aunque no es común, se han documentado casos similares en otras regiones de España, como en Osuna, Sevilla, donde se grabó una camada de seis lebratos encamados .

Este tipo de hallazgos son alentadores, especialmente considerando las amenazas que enfrenta la liebre ibérica, como la mixomatosis, que ha afectado gravemente a sus poblaciones desde 2018. La presencia de camadas numerosas podría indicar una recuperación en ciertas áreas, aunque se requiere de un monitoreo continuo para confirmar esta tendencia.

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