Agentes del Seprona de la Guardia Civil han denunciado a tres furtivos que recorrían de noche y en coche un camino forestal de Solera de Gabaldón, en la provincia de Cuenca, con un rifle municionado en su interior. Los agentes les intervinieron otra arma de fuego más y un visor térmico, elemento prohibido para la caza en Castilla-La Mancha.

Los hechos ocurrieron cuando los agentes realizaban un servicio nocturno y observaron un vehículo que circulaba lentamente y de forma errática. Al darle el alto, comprobaron que los tres ocupantes iban vestidos con ropa de camuflaje y que en la parte trasera llevaban un arma de fuego fuera de su funda, cargada y lista para disparar.

En el registro del vehículo, la Guardia Civil halló otro rifle, numerosos balas, casquillos, binoculares y un visor térmico acoplable a un arma de fuego. Tras solicitar la correspondiente documentación, y con los indicios encontrados, la patrulla de la Benemérita dedujo que estas personas se encontraban furtiveando desde un vehículo a motor de noche, sin respetar las normas de seguridad al transportar armas de fuego cargadas y con elementos prohibidos para la caza en Castilla-La Mancha.

Por todo ello, la Guardia Civil les ha tramitado seis denuncias administrativas que pueden suponer multas de hasta 60.000 euros, retirada de la licencia de caza e inhabilitación para obtenerla durante un plazo de tres a cinco años, así como otra multa de 300,51 a 6.010,12 euros por la infracción al Reglamento de Armas.