La Guardia Civil ha pillado in fraganti a tres furtivos en dos actuaciones realizadas en los municipios pacenses de Barcarrota y Zalamea de la Serena, dentro de uno de sus dispositivos para tratar de acabar con esta lacra.

La primera de las actuaciones ocurrió la noche del pasado 18 de agosto en una finca del término municipal de Barcarrota, cuando agentes del Seprona de la Guardia Civil, al oír varios disparos, localizaron a un hombre que portaba un rifle cargado y listo para su uso.

El arma tenía acoplado un monocular de visión nocturna, según cuenta la Guardia Civil en nota de prensa, elemento prohibido para la práctica de la caza si no se cuenta con una autorización expresa.

Tras la identificación del hombre, un vecino de Barcarrota, los agentes revisaron la zona, donde pudieron encontrar la vaina de la bala del rifle usado y el cuerpo de un jabalí recién abatido. Además comprobaron que este hombre no tenía ningún tipo de permiso o autorización de caza.

El jabalí localizado por los agentes. © Guardia Civil

Por este motivo, este hombre está ahora acusado como presunto autor de abatir un jabalí ilegalmente en terrenos cinegéticos, usando un arma de fuego con un dispositivo de visión nocturna acoplado, llevando esta sin funda y preparada para su uso en época de veda, además de no contar con autorización.

El arma provista de monocular nocturno acoplado sin autorización. © Guardia Civil

La Guardia Civil localiza dos furtivos más que trataron de esconderse

La segunda actuación tuvo lugar en la noche del pasado 1 de septiembre, cuando agentes de la Guardia Civil de Zalamea de la Serena tuvieron constancia de la presencia de furtivos en un coto social de caza del mismo municipio.

Al verse sorprendidos por la Guardia Civil, dos hombres se escondieron en el monte para luego acudir de nuevo al coche donde se les pudo identificar como vecinos de Zalamea de la Serena. Estos no tenían permiso o autorización para la caza.

En la revisión del coche los agentes encontraron un rifle, munición para el arma, una linterna y un visor térmico que se supone que usaban para abatir los animales ilegalmente.