Lo que le ocurrió al cazador Francisco Pérez el pasado fin de semana es uno de los hechos más tristes que hemos narrado en Jara y Sedal en los últimos tiempos: su perro Campanero, un podenco, se perdió tras el rastro de unos jabalíes y cuando lo encontró al día siguiente estaba muerto y con un fuerte golpe en la cabeza.
Cristopher Cristino, uno de los miembros de la cuadrilla de cazadores en la que participaba el perro de Francisco, ha narrado a este medio cómo sucedió el hecho durante una jornada de caza de jabalíes al salto en las cercanías de la localidad jiennense de Castellar.
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«El perro tenía seis años, el pelo blanco y se fue tras el rastro de unos jabalíes que nos salieron. El resto de podencos volvieron, pero éste terminó perdido y por más que lo buscamos hasta última hora de la tarde y hasta que el sol nos dejó, no dimos con él», explica Cristino a este medio. Tras ello, decidieron retomar al día siguiente la búsqueda del can con la mala suerte de que lo encontraron muerto: «Los otros perros localizaron su rastro por unas olivas y, a los pocos metros, lo encontraron muerto», asegura.
El perro tenía un fuerte golpe, probablemente realizado con elemento similar a una barra de hierro, algo que ya han denunciado en el cuartel de la Guardia Civil de Castellar: «Estaba cerca de un cortijo en el que hay un mastín, y según el testimonio de algunos aceituneros que había en la zona, el perro empezó a pelearse con él, pero eso no es motivo para que lo maten de esa forma», se lamenta el cazador.
Le roban sus perros aprovechando que su mujer estaba de parto: «Reventaron la puerta con una furgoneta»
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Marcelino Orden (Sevilla) se encontraba hace unas semanas «plenamente dolido». Lo que era un día de tremenda alegría después de que su esposa diese a luz a una preciosa niña, se transformó en casi una tragedia después de que por la tarde se diese cuenta de que le habían robado a sus perros. Se trataba de Zaid, Locki y Sherpa, dos machos cruces de braco con bretón de dos y cuatro años cada uno y otra perra de 14 meses, también cruce de braco alemán. Así ocurrió todo.