La historia de esta historia la protagoniza Mía, una perra de raza Akita americana que su dueña, Andrea Pedrero, perdió hace unos días entre los municipios de Puente del Arzobispo (Toledo) y San Martín de la Vega (Madrid). La joven, que vive en el citado municipio toledano, dejó a su mascota a una amiga para que estuviese unos días en su chalet de San Martín de la Vega. La mala fortuna hizo que la perra se escapase por una de las rendijas que tiene el vallado de la finca y la encontrase la Policía Local, que la entregó a una protectora del municipio madrileño.

«Ese fue el inicio del calvario», relata la dueña. «En todo este proceso no me ha ayudado ningún animalista, todos los que me están ayudando en esta historia son cazadores», defiende la afectada por esta situación.

La perra llevaba una placa con su número de teléfono

La perra llevaba una placa con su nombre y con un número telefónico, y «nos podrían haber llamado desde el primer día, pero no lo hicieron, prefirieron entregar la perra a esta protectora y que nos pasase la factura», sigue denunciando Andrea. Ahora, son múltiples las excusas que siguen poniendo para no entregar al animal. «Lo que estoy pasando yo no tiene nombre…», denuncia la afectada.

Incluso le hizo una autorización a su amiga para que fuese a recoger la perra, pero no se prestaron a ello desde la protectora: «Desde ese momento, empezaron los problemas. Que si necesitan un seguro especial, que si necesitan la licencia PPP (documento para tenencia de perros potencialmente peligrosos, algo que poseía su dueña y ha presentado a pesar de que no es necesario por la raza que tiene) y un documento de antecedentes penales, que también lo he entregado. Pero nada, no hay manera de recuperarla», sigue lamentándose.

Ahora, ha denunciado los hechos ante la Guardia Civil, pero sabe que el proceso se alargará en el tiempo y, además, esto va en su contra, porque la factura que le pedirán por recoger al can en la protectora será muy superior. «De momento me pidieron 200 euros por cuatro días, y la perra está desde el 15 de abril, imagínate si esto se demora más en el tiempo…», lamenta la afectada.

Jara y Sedal ha tenido acceso a las conversaciones que prueban la versión de la denunciante.

El destino de otros muchos perros de caza con legítimo dueño

Muchos cazadores han denunciado casos de perros –especialmente galgos– que han sido robados o extraviados y han acabado en una entidad de protección animal. Es el caso de José Emilio Simarro, que hace unos meses ofreció su testimonio en un documental de investigación que abordaba la realidad de los perros de caza en España.

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