El pasado 5 de enero el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) presentó una Estrategia Nacional de Gestión Cinegética. Según el Gobierno, esta iniciativa ha sido diseñada para «fomentar una actividad cinegética sostenible, que permita el equilibrio entre la conservación de la biodiversidad, una gestión ecosistémica adecuada, el control de las poblaciones cinegéticas y la generación de riqueza en el medio rural».

Sobre el papel, un gran número de prometedoras propuestas, pero en la realidad un proyecto sin dotación presupuestaria y sin la obligación de ser adoptado por parte de las autonomías. Todo con un trasfondo político con manifestaciones del mundo rural contra el Gobierno y unas elecciones regionales a la vuelta de la esquina en Castilla y León. ¿Qué opina el sector cinegético al respecto? ¿Es un brindis al sol o por el contrario es una mano tendida del Gobierno a los cazadores?

En Jara y Sedal nos hemos puesto en contacto con distintas entidades representativas del mundo de la caza para conocer su opinión sobre esta una Estrategia Nacional de Gestión Cinegética, en concreto con la Real Federación Española de Caza, la Asociación de Rehalas ARRECAL, la Fundación Artemisan y tres entidades federativas regionales, la andaluza, la extremeña y la valenciana. Éstas nos desgranan su opinión sobre tres puntos fundamentales de esta nueva estrategia, aunque de momento hay que decir que el documento presentado por el Ministerio de Agricultura es un borrador que, actualmente y hasta el día 2 de febrero, está sometido a información pública. Por tanto, es una texto que puede sufrir cambios a la hora de su aprobación y publicación definitiva.

¿Qué valoración hace el sector cinegético de la estrategia para la caza del Gobierno?

El presidente de la RFEC, Manuel Gallardo, se muestra prudente: «de momento es un borrador que está sometido a exposición pública. Ya existen fuertes presiones por parte de los socios de gobierno del Partido Socialista que intentan, llevados de su ideología radical animalista, tumbar o modificar el texto presentado por el MAPA». A pesar de ello, su valoración es «positiva», pues «reconoce la importancia social, económica, cultural y medioambiental de la actividad cinegética y recoge muchas de las aportaciones que hemos ido haciendo desde la RFEC y las federaciones autonómicas a lo largo de los tres últimos años de redacción del documento».

Para el director de la Fundación Artemisan, Luis Fernando Villanueva, la iniciativa es «absolutamente positiva», «ambiciosa y bastante sensata» la redacción del borrador por parte del Ministerio y, aunque el texto le «suena como los ángeles», espera que lleve aparejado un presupuesto «acorde para que no se quede en papel mojado».

En la misma línea se pronuncia José María Gallardo, de la Federación Extremeña de Caza, quien hace una valoración inicial «muy buena», a expensas de subsanar y alegar cuestiones que les parecen de suma importancia, como «un plan económico que haga viable la implementación de la Estrategia en muchas de sus partes». «Es un texto que será un apoyo muy importante de cara a los retos que el presente y el futuro nos plantea, tales como la ofensiva animalista contra los perros de caza, la caza de especies como la tórtola, o la monitorización de las especies cinegéticas», indica el máximo mandatario de la Federación Extremeña.

Por su parte, Raúl Esteban, presidente de la Federación de Caza de la Comunidad Valenciana, reconoce a este medio que «el punto de partida es bueno, ahora hay que perfilar ese plan tan genérico que no hace referencia a acciones específicas o compromisos concretos». También se muestra escéptico: «esperamos que no sea únicamente una decisión política enfocada a las próximas elecciones, sino que ese compromiso se materialice próximamente en una amplia línea de subvenciones y ayudas económicas aprobadas por el Gobierno para contribuir a la caza como herramienta de gestión poblacional».

José María Mancheño, presidente de la Federación Andaluza de Caza expone que «parece un texto que apuesta por el reconocimiento y la consolidación del sector cinegético como una actividad fundamental para nuestras comarcas rurales y por la dinamización y avance socioeconómico de las mismas gracias a la caza». Destaca el «reconocimiento expreso de la necesidad de seguir avanzando en la actividad gracias a la ciencia, aunque aquí en Andalucía ya llevamos años realizando estudios científicos». Y otro hecho importante que pone en valor desde la FAC son las acciones encaminadas para incorporar a la actividad a los jóvenes a través de las distintas Escuelas de Caza de las Federaciones Autonómicas.

Para ARRECAL, «en general los objetivos estratégicos planteados en el documentos son compartidos e incluso ya implementados desde nuestra Asociación; como por ejemplo el objetivo 5 “Mejora de la imagen social de la caza y promoción de sus beneficios medioambientales, socioeconómicos y culturales”, así como laFormación de los cazadores y fomento de buenas prácticas en el sector” a través de la “Guía práctica para rehalas”», expone su presidente, Felipe Vegue. «Y aunque, se recoge un pequeño contenido sobre la singularidad de la rehala, creemos que es poco ambicioso y debería aportar una mayor seguridad en la orientación de la aplicación normativa (cinegética, de sanidad y bienestar animal) al sector rehalero. Por último, muchos de los objetivos planteados requieren de un apoyo institucional mayúsculo (y no sólo económico), por tanto la estrategia debería ser suscrita por otros Ministerios», añade Vegue.

Así serán sus alegaciones

El presidente de la RFEC confirma a Jara y Sedal que su equipo técnico trabaja ya preparando nuevas propuestas al texto presentado por el Gobierno: «hay cuestiones en las que se debería profundizar, como el alcance de la estrategia y su implantación en las comunidades autónomas que tienen competencias exclusivas en caza, qué departamento realiza determinadas acciones y la implicación de otros ministerios, pues la caza es totalmente transversal», puntualiza. Y añade: «evidentemente que echamos de menos una memoria económica que soporte los objetivos y las acciones».

Todas las organizaciones consultadas coinciden en señalar la cuestión presupuestaria como el elemento clave: «Aunque la valoración inicial haya sido positiva y se haya hecho un buen trabajo por parte del equipo del ministro Luis Planas, creemos imprescindibles algunos cambios para que esta estrategia sea una realidad que contribuya al verdadero impulso del sector cinegético en España. Hace falta contemplar un plan económico», apuntan desde la RFEC.

Además, Luis Fernando Villanueva también anuncia ya que la Fundación Artemisan presentará alegaciones en esta fase de información pública para que la propuesta contemple actuaciones para problemas concretos que necesitan una evaluación global, como las especies de aves migratorias y otras más sensibles como la tórtola europea.

ARRECAL añade que, tras una valoración técnico jurídica con los asesores de ARRECAL, y tras consultar cuestiones operativas con nuestro junta directiva, «formulamos un documento de alegaciones, especialmente centrado en citar sin tapujos y con libertad la caza (y no sólo la gestión cinegética); pues recordemos que  el borrador formal presentado por el MAPA es la “Estrategia nacional de gestión cinegética”». Por otro lado, «con nuestra experiencia en trabajos cooperativos con las administraciones competentes, trataremos de aportar mejoras en las metas y medidas específicas para el desarrollo de los objetivos recogidos en la estrategia; en especial en las que más afectan a los rehaleros y sus rehalas».

¿Creen que realmente servirá para algo o solamente será papel mojado?

La última pregunta que lanzamos al sector es si cree que realmente servirá para algo o solamente será papel mojado. Manuel Gallardo cree que «de momento ha servido para tener un documento de trabajo, luego dependerá de la capacidad que tenga el ministerio de resistir los embates de su socio de gobierno y el lobby animalista y de su poder de convicción para que las CCAA lo apliquen. Nosotros seguiremos trabajando para que la estrategia Nacional de Gestión Cinegética sea el documento base que dé a la caza su correcta dimensión como decíamos social, económica, cultural y ecológica».

Por su parte, el presidente de Fedexcaza expone una reflexión: «La mayor parte de los sectores estratégicos para el desarrollo de un país o una región cuentan con su propio plan o estrategia que los impulse. El sector del automóvil cuenta con un plan específico de apoyo por parte del Ministerio de Industria. A nivel regional, subsectores como el de la fruta cuentan con su plan estratégico, es el caso de Extremadura. Con estos dos ejemplos, lo que venimos a decir, es que la Estrategia Nacional Cinegética será un éxito para el sector siempre y cuando se cumplan dos premisas: el desarrollo de un plan económico y el desarrollo regional de planes o estrategias ligadas al marco nacional. Para ello trabajamos desde las federaciones de caza».

José Mª Mancheño señala que el documento propuesto recoge una serie de parámetros que servirán para analizar el grado de desarrollo y cumplimiento de todas las acciones previstas. «Estará en mano del Gobierno de España, en coordinación con las distintas comunidades autónomas, garantizar el cumplimiento de todas las acciones que recoge esta Estrategia Nacional de Caza. Esperemos que esta Estrategia se cumpla en una alto porcentaje».

Por último, ARRECAL concluye que «si finalmente el documento recoge el consenso sectorial, y de otras administraciones competentes sería en el argot de la normativa comunitaria un buen “libro blanco” o documento de partida; desde el cual dar forma a proyectos normativos, de investigación y divulgación sobre la caza y la gestión cinegética adaptativa».