¿Quién no tiene en estos tiempos que corren algo de estrés o ansiedad? La vida actual nos lleva en muchas ocasiones a estar en continua tensión y a realizar las tareas diarias de forma precipitada e incluso pendiente en todo momento del reloj y del tiempo. La pesca es nuestra vía de escape y en resumidas cuentas, lo que buscamos es esa paz interior que no solemos tener a lo largo de muchos días.

Por eso, en alguna ocasión, el cuerpo nos pide soledad para encontrar nuestra paz interior. Pescar en solitario implica darnos ese paréntesis que a veces necesitamos, integrarnos dentro del medio realizando los propios menesteres que conlleva la práctica de la pesca, meditar sobre otros asuntos fuera del día a día, incluso poder realizar técnicas de respiración para encontrar esa relajación corporal.

Con ello no quiero decir que estando acompañado todo esto se pierda, pero se modifican mucho ciertos aspectos que en algunos momentos de la vida pueden resultar muy beneficiosos para nuestra propia salud mental y corporal.

Un buen amigo de pesca es para siempre

Un amigo fiel de pesca es una persona que por lo general siempre estará ahí. Él tiene algo que os hace ser iguales y es el amor y la pasión por la pesca, comparte tus momentos y sabe escucharte. Os habéis envuelto en muchas anécdotas y cuando sale la oportunidad de escaparos a pescar, él suele estar dispuesto para acompañarte.

No es lo único que se valora de tu amigo de pesca y es que cuando te ocurre un pequeño problema él acudirá en tu ayuda, comparte los cebos, incluso el equipo (a quien no le ha ocurrido en esa sesión de pesca que sólo uno de ellos tiene picadas mientras el otro mira) pues un buen amigo o compañero de pesca, deja al otro sus cañas para que él también tire de los peces.

Sirve de apoyo moral en momentos difíciles y a la vez podrá compartir esos momentos mágicos que tiene la pesca.

Puede ser un seguro de vida

Pescar con un compañero puede llegar a ser de suma importancia, puede resultar que nos podamos caer y con ello torcer o romper cualquier hueso, incluso clavarnos un anzuelo, es cierto que en estos tiempos todos contamos con teléfono móvil, pero el apoyo y la ayuda inmediata de un amigo de pesca nos tranquilizará hasta que los servicios sanitarios acudan en nuestra ayuda.

También da seguridad, ya que estando solos no sabemos con quien podemos toparnos, y encontrarnos con situaciones incómodas o violentas. Por eso estar acompañado de un amigo de pesca, nos va a dar esa tranquilidad y seguridad necesaria para afrontar esa sesión de pesca.

Otro dato importante es que en la sesión de pesca nos va ayudar con la sacadera para extraer los peces, también por lo general tendrá material que a nosotros se nos haya podido olvidar y que puede resultar de suma importancia, incluso si pescamos desde barca y tenemos cualquier incidente, él siempre podrá acudir en nuestro socorro.

Para todos los gustos

En conclusión, pescar sólo o acompañado puede tener varias lecturas y según se mire tendrá sus puntos negativos aunque en mi opinión generalmente son positivos.

Si lo que buscamos es paz y relajación, la idea es ir sólo, pero en el resto de ocasiones la compañía de nuestro amigo de pesca resultará necesario. Otro aspecto que no se debe pasar por encima es el tema de la fotografía, estando solos el álbum fotográfico no será el mismo que estando acompañados, la captura de nuestros sueños puede verse empañada por este motivo, cosa que teniendo a nuestro amigo de pesca esto cambia por completo.

Un gran amigo de pesca siempre estará ahí, siempre que pueda irá contigo sin poner pretextos ni mentiras, y lo más importante es que compartes una afición que es la pesca y que seguramente sea ya de por vida.

Buena pesca amigos.