Con el canal que conecta los embalses de Entrepeñas y Buendía cerrado desde la mañana del viernes 23 de mayo, el cauce se ha transformado en una trampa mortal para miles de peces. En pleno periodo de desove, y tras casi tres décadas sin actividad, el canal albergaba una gran concentración de carpas, barbos y lucios, que al quedar atrapados en pozas sin corriente han empezado a morir asfixiados. El desastre ha movilizado a pescadores de toda la zona centro del país, en un esfuerzo solidario y desesperado por salvar a los ejemplares aún con vida.
Desde el sábado por la mañana, los voluntarios —en su mayoría pescadores— han recorrido los varios kilómetros del canal rescatando ejemplares a mano, con sacaderas, botas de agua y hasta capazos reutilizados. Su objetivo: trasladar a los peces hasta el embalse de Buendía, donde podrían sobrevivir. A pesar de que la Confederación Hidrográfica del Tajo (CHT) asegura que reabrió las compuertas el viernes a las 10:00 para facilitar la salida de los peces, sobre el terreno la escena es muy diferente: montones de carpas muertas se acumulan en las orillas, y la magnitud de la catástrofe es evidente.
Un ejército de cañas convertido en rescatistas
@manny_carpangler Gracias a todos los que habéis podido acudir han sido días duros sin parar los que hemos estado allí y lo vimos con nuestros ojos lo ocurrido es inexplicable de contar aquella experiencia tan horrible. Muchos peces salvados diría toneladas ! Sois mis héroes ! #carpfishing #fishing#pesca#videoviral#paratiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii #ConfederacionHidrograficadelTajo #Tajo #Entrepeñas #Guadalajara #TrasvaseNo #NoAlTrasvase #TrasvaseTajoSegura #aUnaHoraDeMadrid #España #Alcarria #Entrepeñas #Sacedon #Buendia #EspañaRural ♬ Kulning – Calling the Spring – Jonna Jinton
Más de 250 personas se han organizado a través de grupos de comunicación para intervenir en distintos tramos del canal. El perfil común: pescadores, aficionados y veteranos, que conocen bien el entorno y no han dudado en lanzarse al barro para salvar la fauna que les apasiona.
La mayoría son asiduos de estos embalses, y han acudido desde Guadalajara, Madrid, Cuenca e incluso Valencia. Para ellos, Entrepeñas y Buendía no son solo pantanos: son su segundo hogar, su zona de ocio, y sienten una responsabilidad emocional con lo que allí ocurre. Lo que comenzó como una tragedia ambiental se ha convertido en un ejemplo de entrega y movilización.
@sergio.marci Salvamento de carpas en Buendia
♬ sonido original – Sergio Marci
Falta de planificación y exigencia de responsabilidades
La Red del Tajo ha denunciado que el cierre fue programado sin una reducción progresiva del caudal, lo que transformó el canal en una trampa letal. «Aunque se trataba de un cierre programado, su ejecución sin una reducción progresiva del caudal ha convertido el canal en una trampa letal para centenares de peces», han advertido en un comunicado. Exigen responsabilidades por lo que consideran una actuación negligente.
Además, la época elegida para la operación ha resultado crítica: es temporada de desove, cuando las carpas buscan aguas tranquilas y vegetadas para depositar sus huevos. Tras 28 años de inactividad, el canal parecía un hábitat perfecto, lo que explica la gran concentración de ejemplares en el cauce. Su cierre abrupto ha truncado este proceso biológico y ha provocado una crisis ecológica de gran magnitud.
Instituciones presentes, pero desbordadas
Aunque personal de la CHT, bomberos de la Diputación y agentes medioambientales han intervenido con bombas de achique y remolques, la capacidad de respuesta ha sido insuficiente ante la magnitud del problema. La Confederación insistió en que no se ha registrado «ninguna mortalidad significativa», pero las imágenes de peces muertos amontonados en las charcas desmienten esta versión.
Mientras tanto, los pescadores han continuado trabajando en los últimos días sobre el terreno. La escena se repite: agua hasta la cintura, redes caseras, cubos y remolques. Un esfuerzo que, aunque insuficiente para salvar a todos los peces, ha logrado evitar una catástrofe mayor.