El pescador y cazador jiennense Adrián Muñoz Cano, de 22 años de edad y que lleva desde los cinco apasionado por el sector cinegético, ha enviado a la redacción de Jara y Sedal las imágenes de un animal inusual: un conejo totalmente rubio. Lo grabó en las cercanías de la localidad de Linares, en concreto en la carretera de la Fernandina, entre el citado municipio y el de Vilches, mientras compartía una jornada de pesca con un amigo.
«Nunca he visto nada igual», detalla. Aunque en otras zonas es habitual ver algún conejo rubio fruto de algún cruce con domésticos, no lo es en esta: «Jamás había visto algo parecido».
La pasada semana, el cazador catalán Pau Vernet también tomó la imagen de otro conejo rubio en Mont-Roig del Camp, provincia de Tarragona, mientras salía a trabajar al campo con su tractor, ya que Pau es agricultor: «Íbamos varios tractores por la riera y, hace unos días, ya pudimos divisarlo. Yo tenía ganas de grabarlo y ha sido hoy cuando lo he conseguido», comentaba a este medio.
«Si es de granja, que lo dudo, se ha adaptado perfectamente a la vida del conejo de monte, ya que convive con ellos», explica. «Es rubio entero, de cabeza a patas», añadía Vernet.
¿A qué se debe este pelaje en el conejo?
Un estudio de Stoner y colaboradores (2003), investigó esta adaptación en lagomorfos (conejos y liebres), utilizando datos de 146 investigaciones relacionadas anteriormente. Los autores asocian la variación de la coloración con el intento de camuflarse con el medio que lo rodea, de modo que en función de la vegetación predominante en la zona e incluso de la época del año esta tonalidad puede verse modificada en cierto grado. De esta manera conejos y liebres disminuyen las posibilidad de ser comidos. Te lo ampliamos en este enlace.
