El pescador Manuel Crescencio Pérez, natural de la localidad ciudadrealeña de Carrión de Calatrava, pero que en la actualidad vive en el municipio de Manzanares, capturó el pasado 21 de septiembre en las Lagunas de Ruidera -ubicadas entre la citada provincia y la de Albacete- uno de los barbos que podrían ser récord de España y que alcanzó en la báscula 18,10 kilos.

El animal, un viejo ciprínido «que podría llegar a los 25 años de edad» -según relata el pescador-, tenía signos por todo su cuerpo de antiguos ataques de otros peces, además de poseer incluso «dentelladas de nutria» en su parte trasera, según describe Pérez.

Una semana antes ya cebó la zona con boilies de mandarina

El pescador explica a esta redacción que una semana antes ya cebó la zona con boilies de mandarina: «Empecé a cebar el jueves anterior con estos boilies de la marca Larabaits -equipo con el que quedó para realizar la sesión-, y el miércoles siguiente fui a pescar, con un montaje de snowman también de mandarina y utilicé un anzuelo del número 6», explica. Y a las 3 de la tarde fue cuando picó el barbo: «No movía nada más que un poco la pesa, lo justo para que sonara un clic y me diese cuenta de su presencia», explica el pescador.

Lo clavó y se tiró hasta 45 minutos hasta que pudo hacerse con él en la orilla: «Fue increíble; la primera vez que lo vi pensaba que era una carpa del tamaño que tenía, y llegando a la sacadera, no me creía lo que estaban viendo mis ojos». Cuando lo tenía en la orilla «siguió dando guerra; no fue como otros barbos, que dan la lucha cuando están ya casi en la superficie. Este, desde que lo clavé, notaba batalla y pelea constante», detalla Manuel. «En la orilla pegó los típicos cuatro arreones que dan estos animales cuando ven que los vas a coger, pero en sí fue una pelea continua», añade el pescador.

Podría acercarse al cuarto de siglo de edad

Otra imagen del pescador con el barbo. © A. T.

Desconoce la edad del animal, pero podría acercarse al cuarto de siglo: «Para alcanzar el primer kilo, tiene que tener cinco años, y luego alcanzan un kilo por año, por lo que podía tener unos 25 años. La parte de arriba de la cabeza la tenía muy dañada, con heridas cicatrizadas, de ataques sobre todo de lucios, que es lo que puede depredar a este tipo de animales, y en la parte trasera tenía una mordida de nutria, porque se veían las marcas de los colmillos», explica.

Tenía, además, los ojos hacia afuera y ‘empañecidos’: «Un amigo veterinario nos dijo que podrían ser cataratas, de lo viejo que era». «Hoy por hoy, estoy intentando asimilar el animal que saqué, ya que he pescado animales grandes, pero como este ninguno», confiesa. El gran barbo lo capturó Manuel con un equipo compuesto por caña Vorteks de 10 pies y 3’5 libras y carrete Mictchell R8000, además de un hilo Ridge Monkey de 0’28 milímetros.

Las Lagunas de Ruidera, un enclave mágico para la pesca de ciprínidos

El pescador, con el barbo de 12 kilos.

Las Lagunas de Ruidera son uno de los grandes paraísos de los amantes de la pesca de ciprínidos. Además de un paisaje idílico, este enclave manchego ofrece un amplio abanico de especies acuáticas donde, sobre todo, destacan los barbos por el gran volumen que alcanzan en sus aguas.

Este mismo año, el joven pescador Aitor García, de 20 años de edad y natural de la localidad toledana de Consuegra, pescó el 6 de enero, Día de Reyes, dos espectaculares barbos de 10 y 12 kilos de peso. Un mes más tarde Carlos Aguado Ruiz, de 33 años de edad y natural de Toledo capital, fue el que se ha hizo con otro enorme ‘trompetero’ en este emblemático lugar de Castilla-La Mancha. Tras ello, narró a la redacción de Jara y Sedal todos los detalles sobre cómo lo pescó junto a su compañero Jesús Sánchez.