Se llama Yaco, es un podenco de dos años y medio y su dueño es el cazador alcarreño Eugenio Pérez, que reside y caza en la localidad guadalajareña de El Casar. Ya en el pasado confinamiento, este perro se hizo célebre tras popularizarse un vídeo en el que aparecía tirando de la funda de la escopeta de su dueño y, ahora, hemos querido acercarnos a la historia de este can tan peculiar.
«Jamás he tenido un perrillo cómo este. Han pasado por mi vida pointer, bretones y bracos. Es el primer podenco que tengo en cuarenta años y no he visto jamás una cosa igual», comienza explicando el cazador. «Lo hace por instinto, yo lo que le enseño es a cazar, a las muestras y a todo, pero no a ser un cotilla», dice entre risas. «Siempre he tenido otras razas, y este me lo regalaron después de que se me muriese mi bretón. Yo no quería podencos, pero ahora he visto que es una raza increíble: listo, cariñoso y excelente cazando», pone en valor Pérez.
Desde pequeño le ha enseñado la muestra: «A cada conejo le hace una distinta, y ver cada una toda una maravilla» ya que «este perro tiene mucha fortaleza, mucho fondo, está muy seguro siempre de dónde está el conejo, ya sea un arroyo o una junquera. Siempre lo saca. Él tiene mucha confianza en sí mismo no sólo en mostrar piezas, sino en cobrarlas. Estoy muy feliz con esta raza», reconoce.
Además, el animal «duerme conmigo, está siempre a mi lado, se sube al sofá, juega con mis nietos cada vez que vienen…», expone el cazador alcarreño. «Incluso se sube al capó de arriba del coche y se pone a ver a la gente en la calle, pero le tengo que regañar porque me araña todo el vehículo», afirma entre risas.
El vídeo de la pasada cuarentena
«Pero chico, déjame. Que no nos vamos. Yaco, déjamela. Que no nos vamos. Si es que es demasiado», comenzaba diciendo Eugenio en el vídeo de la pasada cuarentena mientras su perro no paraba de morder la funda para impedir que guardase el arma. «Venga anda déjalo. La vamos a guardar. Que no, cansino», continuaba el dueño ordenando a su perro que dejase de morder la funda de la escopeta porque hoy no era día de caza.
«Tendré que sacarlo esta semana a las codornices. ¿Se acordará de lo que es el campo? Está desesperado. No puedo con él», dijo haciendo alusión a la cuarentena por la crisis del coronavirus que les obligó a permanecer en casa y no poder salir al campo durante más de dos meses. «A este le dejo la escopeta y los cartuchos e igual me dice: Tú quédate en el coche», bromeaba Pérez Cuño sobre lo listo que es su perro.