Clemente, un veterano pastor castellano, ha sido uno de los últimos protagonistas del canal de YouTube El Jiguero de Don Tineo, que da a conocer aspectos históricos y culturales de la provincia de Zamora. En el vídeo que compartimos a continuación, Clemente habla de sus encuentros con el lobo a lo largo de su dilatada trayectoria como ganadero en un contexto actual en el que la especie se encuentra blindada por un Gobierno que el pasado año prohibió su control al incluir al cánido en el LESPRE, lo que provocó que el número de ataques que provocan a los ganaderos haya ido en aumento. 

«El lobo es listísimo. Conoce el aire, y siempre había que estar en contra de éste para evitarlo», señala el pastor en el vídeo sobre su experiencia con los cánidos. «Cuando el lobo se tiraba al ganado, siempre lo hacía a la delantera. Si estaba en unas peñas, sabía que el ganado iba para un lado y que el pastor iba detrás. Era astuto», expone en la grabación sobre el comportamiento del cánido.

Las hembras, a juicio del pastor, son las que «normalmente más atacan al ganado». «Y después ellos, si hay que ayudar, ayudan», detalla sobre la intervención posterior de los machos.

Algunos de sus encuentros «más desagradables» con lobos

En cuanto a experiencias en los que se ha encontrado cara a cara con el lobo, Clemente narró el caso en el que se encontraba en un terreno nevado: «Yo iba por una linde y él por la otra. Cogió una oveja descaradamente: le echó mano y la arrastró; la oveja tiraba hacia adelante, pero no tenía fuerza para escapar», explica. «La cabra sí se queja más cuando la ven, pero la oveja es más silenciosa, sin embargo la cabra forma unos escándalos…», recuerda sobre la diferencia entre una especie y otra a la hora de delatar el ataque de los lobos.

Otro duro encuentro que recuerda sucedió a últimos de agosto de hace unas décadas: «Le echaron mano a una oveja, uno por un lado y otro por otro. La mataron, me la llevé y volvieron a por ella por la noche. Un perro careador empezó a ladrar, estaba echado a mi lado, y cuando levanté la cabeza iban a por ella, a pesar de que ya estaba muerta. Si no está el perro, me la quitan de mi lado», relata el pastor.

Y continuaba de esta forma Clemente sus reflexiones sobre el cánido: «Al lobo, cuando tiene hambre, le puede más ésta que cualquier cosa», dice sobre la presencia humana a su lado.

Capturó una cachorra de loba y la entregó a Medio Ambiente

Por último, recuerda cuando en una ocasión encontró a una cría de lobo: «Cogí una loba pequeñaja y la entregué a Medio Ambiente, era en el verano, ella bajó al agua y yo venía por el camino de concentración. Yo llegaba al pozo y vi que no era un zorro; salí corriendo y me mordía los zapatos, era como una cachorra pequeña», relata sobre cómo se hizo con ella antes de entregarla a los agentes forestales.

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