Quizá incluso más de lo que muchos podrían imaginarse, la caza está presente en el mundo también con pequeños detalles que, en ocasiones, pasan desapercibidos. Uno de estos casos es el escudo de Porsche, el cual cuenta con una sutil parte que hace cierta referencia a la actividad cinegética.
Si prestamos atención a cada elemento que le da forma a dicha insignia, podemos darnos cuenta de que, tanto en la esquina superior izquierda, como en la inferior derecha, esta presenta dos secciones con el fondo el color dorado.
Sobre él resalta un detalle en color negro. Se trata de tres cuernas de ciervo en cada sección de cuatro puntas cada una. Seguro que más de un amante de la caza puede intuir cierta referencia a ella con este elemento.
El origen del escudo de Porsche
En el año 1952, un encuentro entre Ferry Porsche y Max Hoffman, el entonces importador para Estados Unidos, dio forma al nacimiento del logotipo de la marca. Entonces, el jefe de publicidad Herrmann Lapper, y el constructor Franz Xaver Reimspiess presentaron un diseño que se ha mantenido hasta la actualidad sin apenas modificaciones.
La intención del escudo era expresar las raíces de la empresa y el dinamismo y la calidad de sus productos. Por ello, el centro del mismo aparece representado por el caballo rampante de Stuttgart y el nombre de la propia ciudad.
Los colores que predominan son el rojo y el negro y, a modo de cubierta protectora, sobre el escudo se arquea el nombre de Porsche, el cual luce como elemento unificador de todo el conjunto.
¿Por qué tiene cuernas de ciervo?
El otro elemento que conforma dicho escudo son unas cuernas de venado estilizadas que destacan al estar colocadas sobre un fondo brillante de color dorado.
Así se hace un árbol de Navidad con cuernas de ciervo
Dichas cuernas fueron tomadas del escudo de armas de Württemberg. Este es un escudo dorado con tres cuernas de ciervo superpuestas, el cual representa a la Región de Wurttemberg.
Lo cierto es que el motivo de las cuernas tiene un gran pasado en la historia. En concreto, este había sido utilizado durante, al menos, cinco siglos atrás por los Condes de Wurtetmberg. Por lo tanto, los inicios de este elemento datan de, aproximadamente, el año 1495.
