Son múltiples los casos y noticias en los que se ve cómo para el colectivo animalista se imponen sus intereses por encima del resto o de la propia lógica. En este artículo te mostramos los cinco que han dado la vuelta al mundo.
22/2/2017 | Redacción JyS
El caracol ‘Chevy’
Tal y como recoge La Stampa, una mujer israelí pisó un caracol y decidió llevarlo a una clínica veterinaria. Allí los profesionales reconstruyeron la coraza del animal. Las fotos del proceso se pueden ver en la página de Facebook de la clínica. Animalistas de todo el mundo han compartido la noticia de la recuperación de ‘Chevy’, nombre que le han dado al animal.
PETA pide que retiren pieles de un juego de rol
Según recogimos en Jaraysedal.es la organización animalista PETA pidió formalmente a la empresa encargada de desarrollar juegos de rol como Warhammer que retirase de las vestimentas de sus personajes las simulaciones de piel porque “vestir pieles de animales muertos no les aporta ninguna destreza”.
La vaca ‘Carmen’ y el ganadero Fidel
Tras realizar las pruebas pertinentes al animal, la Comunidad de Madrid constató que la vaca padece tuberculosis bovina, algo que puede llegar a acarrear una epidemia si no se toman medidas. A pesar de que en estos casos se estipula que la vaca debe ser sacrificada en un matadero, el santuario Wings of Heart recogió miles de firmas en la plataforma Change.org para que no se lleve a cabo este plan. Sin embargo, según denunció un joven ganadero, a otro ganadero llamado Fidel le sacrificaron todo el rebaño por un solo positivo.
Subastan un ‘snack’ con la forma de un gorila sacrificado por 95.000 euros
El caso del gorila ‘Harambe’ se hizo viral. Un niño cayó al recinto del zoo de Cincinnati donde habitaba este animal, y el personal del parque para proteger al menor disparó sobre Harambe abatiéndolo. Ahora, un particular ha subastado un snack de la marca Cheetos con lo que se supone es la forma del gorila. La puja finalizó con la escandalosa cifra de 99.900 dólares -unos 95.000 euros al cambio-.
Grupos animalistas protestan contra la eutanasia para un puma
El ejemplar residía en el Zoológico Municipal de Huancayo en Perú, y tenía 15 años. Según los medios de comunicación del país, el animal padecía una enfermedad en los huesos que en los últimos días de su vida se había agravado, tanto es así que el puma dejó de comer y vomitaba las medicinas, sin que hubiera otra solución posible. Aun así, con el animal padeciendo, los grupos ecologistas preferían mantenerlo con vida.
